El Instituto Tecnológico del Envase, Transporte y Logística (Itene) ha desarrollado un envase, cuya patente se está tramitando, que combina un bioplástico de PLA (Ácido Poliláctico) con nanoarcillas modificadas superficialmente que actúan como refuerzo, aumentando la resistencia térmica y mecánica y reduciendo la permeabilidad a gases sin que se pierdan las propiedades de rápida degradación del plástico.
Hasta ahora, la presencia del PLA en el sector de bebidas estaba muy limitada debido a su elevada permeabilidad y su baja resistencia térmica, que restringía su uso a condiciones atmosféricas con temperaturas ambientales bajas, aspectos que se han podido solventar gracias a la aplicación de estas nanoarcillas.
El proyecto está financiado por el Impiva (Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana) de la Generalitat Valenciana y los Fondos FEDER de la Unión Europea. La novedad ha sido presentada durante la última Interpack, donde ha concitado el interés de varios fabricantes interesados en producir la botella a partir de la patente de Itene.