En unos años muy complicados para el sector vitivinícola en general, los productores de cava han confiado cada vez más en los mercados internacionales como baza para mitigar la reducción del consumo interior. En 2012 el crecimiento de las exportaciones ha conseguido paliar el descenso, por segundo año consecutivo, de las ventas en España, que ya suponen apenas un tercio del volumen total comercializado de cava.
En concreto, según el CRDO Cava, en la pasada campaña las ventas descendieron en el mercado nacional un 6,3%, mientras que las exportaciones crecieron casi en el mismo porcentaje, lo que permitió cerrar en positivo (+1,5%) y alcanzar los 243,23 M de botellas comercializadas. En cuanto al champagne, firma su peor año desde 2009, con caídas tanto en su mercado doméstico como en los exteriores. La tendencia es clara: en Francia cada vez se bebe más cava (casi 5 M de botellas en 2012) y en España cada vez menos champagne (3,1 M ud).
Diversificación entre los grandes
En parte, con el objetivo de mitigar la estacionalidad de las ventas del espumoso español, los grandes operadores del sector continúan la tarea de diversificar sus negocios, como medio para abarcar un abanico más amplio de consumidores, ganar presencia en los lineales y atacar oportunidades. En este sentido se entienden la entrada en la DO Rías Baixas de Freixenet (líder del sector, con más de 114 M de botellas), con la compra de una bodega propia; el desarrollo del negocio de distribución de destilados de Codorníu (segundo cavista en el ranking elaborado por Alimarket); y la próxima entrada en el propio sector del cava por parte del grupo vitivinícola catalán Miguel Torres.
La operación más destacada en el sector este año ha sido la compra, por parte de Parxet, de la elaboradora de cava Reserva Mont-Ferrant, propiedad del grupo Agrolimen, que ha aprovechado la ocasión para dejar la gestión de su otra productora de cava, Roger Goulart, en manos de su filial Consorcio de Jabugo.