La Mordida, enseña especializada en cocina mexicana, comienza su andadura en franquicia después de 20 años de trayectoria en el sector y el excelente rendimiento de sus cinco restaurantes operativos en Madrid.

La Mordida inicia una nueva etapa en la que desea incorporar a su red empresarial franquiciados interesados en gestionar y dirigir su propio negocio de restauración mexicana. Si bien no descarta nuevas aperturas en la región madrileña, la firma prevé crecer, entre otras, en algunas de las ciudades españolas de mayor afluencia turística como Barcelona, Valencia, Benidorm, Málaga, Marbella, Ibiza, Bilbao, Pamplona, Salamanca o Granada.

Por el momento se han iniciado negociaciones con varios candidatos pero no se ha cerrado el acuerdo para ningún emplazamiento. Las condiciones establecidas incluyen una inversión inicial de 291.000 €, un canon de entrada de 20.000 € y un royalty de publicidad del 5%. El local tipo deberá contar con 250 m2 más terraza, como mínimo, y debe situarse en una zona de ocio nocturno. El candidato a franquiciado ha de tener un perfil de gestor directo del negocio, aunque no se requiere experiencia previa en hostelería, ya que la entrada en la franquicia incluye un curso de formación completo.

La Mordida cuenta con locales propios en las calles de Belén, Las Fuentes, Travesía del Conde, Pío Baroja y Princesa, en los que se ha establecido una carta y un estilo que ahora se pretende trasladar a nuevos restaurantes con el desarrollo y perfeccionamiento de su proyecto de cocina central.

A través de ella, de los acuerdos con proveedores mexicanos de bebidas (especialmente tequilas y cervezas) y el apoyo y formación de la central, la firma favorece el correcto funcionamiento de sus restaurantes franquiciados.

Veinte años de historia

La Mordida inició actividad en 1995, año en que Julio Sánchez y Joaquín Sabina abren el restaurante de la calle Belén. Con Honorio Vaquero a cargo de los fogones, la carta de La Mordida se centra en la consecución de los sabores del país a través de platos y bebidas tradicionales, y su ambientación trata de recrear en sus locales una atmósfera íntegramente mexicana y colorista.