Mientras se mantiene "el compromiso de trabajar intensamente en el seguimiento de los mercados" para adoptar nuevas medidas si fuera necesario, en los últimos días se han conocido nuevas resoluciones de la Comisión Europea y planes de control a nivel nacional en relación al veto ruso a la entrada de productos frescos procedentes de Occidente. Las novedades versan principalmente sobre el sector hortofrutícola, el más afectado en el caso de nuestro país.
Y es que el grado de afectación no se limita al corte de la exportación a Rusia, sino que abarca también la caída de precios derivada de los excedentes de producto, tal como alegan desde el sector. En este sentido, y dentro del Plan de Control de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) , se ha incluido un programa sectorial para frutas y hortalizas “con el que se pretende verificar el cumplimiento de la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria en las transacciones de frutas y hortalizas”, en palabras de Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Así, del 22 de agosto al 12 de septiembre se han ejecutado 58 inspecciones , cuyos resultados se están evaluando en estos momentos. Un control "intenso y riguroso" que continuará en los próximos meses, posiblemente hasta finales de año, para verificar que no se están llevando a cabo políticas irregulares de precios. Desde diferentes entidades del sector acusan que los precios en origen se han hundido y que se están bajando los precios al productor sin repercutir esa bajada al consumidor, por lo que se pide responsabilidad para ajustar los márgenes y fomentar el consumo. Productos como peras, manzanas y ciruelas habrían experimentado una caída de los precios entre el 40-50%, mientras otros como el melón y sandía exportadas habrían sufrido descensos de entre un 55,5% y un 40%. Esta situación se vio agravada por la decisión de la Comisión Europea de suspender el presupuesto de 125 M€ para la retirada de terminadas referencias, por dudar de las cifras emitidas por otros países y por haberse alcanzado los techos presupuestarios para manzanas y peras.
Nueva popuesta de Reglamento
Precisamente, el pasado 16 de septiembre se presentó una nueva propuesta de Reglamento que permitirá continuar con el apoyo a determinadas frutas y hortalizas para medidas como las retiradas de productos, de cosecha en verde y de no cosecha, a partir del 23 de septiembre y hasta el 31 de diciembre, con lo que se amplía el periodo de aplicación, que previamente estaba fijado hasta el 30 noviembre. En el listado de productos incluidos se encuentran naranjas y pequeños cítricos (tras petición de España), además de manzana, pera, tomate, pimiento, pepino, zanahorias, ciruelas, uvas de mesa y kiwis. Asimismo, desde el Gobierno se ha calificado como "buena noticia" que España, con cerca de 100.000 t, sea el primer país de la Unión Europea, con el 25% del total de los límites fijados.
Mientras, se sigue analizando la situación de otros mercados, tanto en el ámbito de frutas y hortalizas como del sector ganadero, lácteo y pesquero, de manera que se puedan adoptar nuevas medidas en caso necesario. A nivel hortofrutícola, España ya ha solicitado a la Comisión que incluya productos como la granada o el caqui , “pues su simple inclusión puede actuar con carácter preventivo, trasladando una señal a los mercados como red de salvaguarda”. Asimismo, en el ámbito nacional, la ministra ha anunciado que el Ministerio aplicará una medida para la transformación en zumo de las retiradas de manzanas y peras, en el caso de que se detectara alguna perturbación en estos mercados.
Recordemos que, a nivel global, las exportaciones españolas a Rusia de los productos afectados alcanzaron en 2013 una cifra de unos 340 M€ , lo que representa el 1,8% del valor total. A esta situación habría que añadir el previsible reequilibrio del mercado interno comunitario, al tratar de situar en la UE la mercancía que no se puede exportar a Rusia. En este sentido, la apertura a nuevos mercados constituye una de las labores principales a fomentar, a través de "actuaciones estructurales que nos permitan contar con un número suficiente de mercados alternativos que compensen la pérdida o caída de alguno de ellos”, según García Tejerina; así como la actividad promocional para potenciar el consumo interno de frutas y hortalizas.
