La tendencia que se puede observar desde hace tiempo por la que las empresas posicionadas en el mercado del “custom molding”, empleado sobre todo en cosmética y farmacia, buscan crecer en el sector alimentario, no hace más que acelerarse. En primer lugar, porque los volúmenes de este campo son mucho más masivos, pero también por circunstancias relacionadas con el actual modelo del consumidor. En este sentido, a medida que la recuperación económica progresa, aunque sea lentamente, surge de nuevo la necesidad de ofrecer soluciones en PET para productos que hasta ahora no empleaban este material y que por tanto requieren de características técnicas especiales. Las empresas habituadas a trabajar con formatos “custom molding” tienen una ventaja competitiva ante estas circunstancias, pues cuentan con mayor capacidad para adaptar soluciones novedosas, aunque caras, y con tiradas más cortas para analizar más rápidamente si la recepción por parte del cliente es la esperada.
Asimismo, pese a que la marca blanca domina la cesta de la compra, el perfil del consumidor que busca productos premium no deja de incrementarse y en ese caso el envase ha de ir acorde a las características del contenido (con diseños especiales, materiales más complejos o con un perfil más medioambiental). Pero el camino no resulta fácil y se basa en lanzar soluciones de continuo para competir con las empresas más volcadas en este campo, que en muchos casos, como se puede ver en el grueso de este reportaje, son auténticos gigantes.
Aunque también en este caso hay empresas de gran dimensión, destacando sobre todo el caso de Gerresheimer, firma habitual a la hora de ejecutar inversiones (928.000 € en equipos, matricería e instalaciones el pasado año) y con una fuerte presencia en el mercado de miniaturas, uno de los campos del PET que más se ha reactivado en los dos últimos años. También la valenciana Alción Plásticos tiene previsto invertir a lo largo de esta campaña aproximadamente 1 M€ para adquisición de maquinaria y nuevos desarrollos. Entre sus muchas novedades de este año, la empresa ha desarrollado una gama para alimentación en formatos que van de 415 a 362 ml que pueden ser fabricados en monocapa o multicapa con barrera EVOH. También la barcelonesa Bopla, de Les Franqueses del Vallès, ejecutó desembolsos en 2013, en su caso de 740.000 €.
Por contra, en la presente campaña, otra de las habituales de este campo, la madrileña Farmaplas, era declarada en concurso de acreedores por el Juzgado Mercantil número 1 de Madrid, sin que trascendiera el activo y pasivo presentados. La compañía vio abocada a esta situación por una acumulación de factores que incluyen impagos y bajada de los pedidos de algún cliente importante. En todo caso, sus pretensiones son mantener la actividad con normalidad y superar el concurso lo antes posible.