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España ocupa el duodécimo puesto en exportación de juguetes a Alemania

España ocupa el duodécimo puesto en exportación de juguetes a Alemania

Las importaciones no superan un tercio de la facturación del mercado global alemán de juguetes, principal fabricante de juguetes de Europa, cuyo tamaño ronda los 6.000 M€. Además, existe un alto grado de concentración de los países proveedores, con China, República Checa y Países Bajos representando el 70% de las importaciones, según reflejan datos del Icex, que apunta que, de ellas, parte proviene de filiales deslocalizadas de empresas alemanas. De hecho, de estos procesos de deslocalización procede la razón principal del descenso de las ventas alemanas en el exterior durante los últimos años.

Analizando el ranking de los principales exportadores a Alemania, los diez primeros proveedores suman una cuota del 90% del total, y España queda fuera de este grupo. Según José María Cases, jefe del Departamento de Información de la Oficina Económica y Comercial de España (Ofecomes) en Düsseldorf, es sorprendente esta posición discreta para un país que, después de Alemania, es el principal productor de juguetes de Europa . Además, comenta, "el grado de penetración del juguete español es muy poco significativo. Dado que el volumen de ventas es bajo, el hecho de que una o dos empresas cierren o pierdan algún contrato importante con la distribución alemana provoca que las variaciones salten a la vista".

Características del consumidor alemán

"El alemán es muy sensible a las variaciones de precios y permanece atento a las promociones o incentivos económicos. Asimismo, busca un juguete clásico, es reticente al negocio de las licencias -algo que sí tiene importancia en Reino Unido y en España- y no es nada permeable a la publicidad en televisión", según Javier Martín, responsable de Comercio Exterior de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ).

Juegos educativos y juguetes fabricados con madera son el punto fuerte de la industria alemana y las referencias preferidas por el consumidor , frente a categorías como muñecas y y el producto de plástico, más característicos de la industria española. Además, valora la seguridad y el respeto por el medioambiente , y conoce la reglamentación al respecto. Ello deriva en una serie de certificaciones exclusivas del mercado alemán que actúan como barrera de entrada. En definitiva, "el empresario español se encuentra ante una doble dificultad. Muchas de nuestras empresas no ofrecen productos que sean del gusto del consumidor aleman, y, aquellas que sí lo hacen, tienen que competir con los grandes líderes del mercado, cuyas marcas son reconocidas por la población desde hace generaciones".



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