La industria azulejera encadena tres años consecutivos de subidas gracias al empuje de las ventas internacionales. El sector ha dejado atrás el negro bienio 2008-2009, que supuso un desplome de casi la mitad de la producción y los ingresos, y que dejó un reguero de fábricas clausuradas y trabajadores despedidos. Desde entonces, el sector ha ido conquistando nuevos mercados exteriores y recuperando parte de la capacidad perdida. Estos datos optimistas han sufrido este año cierta dosis de realismo, sobre todo a partir del segundo semestre, al desinflarse alguno de los mercados tradicionales para las baldosas españolas. Así, países como Francia, Rusia y Arabia Saudí, los principales compradores, han moderado su demanda en los últimos meses.

A la espera de la recuperación de la demanda interna que complemente las ventas exteriores, el sector ha ido reactivando inversiones para modernizar la industria e incorporar nuevos productos y tecnologías, como la impresión digital. Además, nuevos operadores han desembarcado en el sector recientemente con proyectos empresariales distintos como Porcelagres , Magna Tiles, NewKer y Evoque Living Ceramics, entre otras firmas.

Es de destacar también el gran número de plantas azulejeras que han vuelto a activar sus hornos recientemente tras quedar paralizadas con la crisis, en muchos casos gracias a grandes fabricantes de la provincia. Algunas de las plantas reactivadas son las de Alaplana, Italcerámica, Zirconio, Ballesmar, L’Alcalatén, Hispano Azul, Arce Cerámica y otras muchas. Esta situación está consolidando en lo alto un ramillete de compañías con gran capacidad productiva. Además de la clásica Porcelanosa , operadores como Argenta , STN Cerámica y Pamesa han multiplicado proyectos y compras y registrado fuertes crecimientos en los últimos ejercicios.

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