Internet se ha convertido en una herramienta básica para todos aquellos que buscan cualquier tipo de servicio empresarial. En un principio, Internet no era sino un mero instrumento de comunicación interno, usado para fines meramente militares. Pero era cuestión de tiempo que su aplicación superara estos fines previos e influyera de una manera extraordinaria en las telecomunicaciones de todos los países del mundo. Internet se ha convertido en los últimos años en una herramienta para valorar todos los conocimientos y disciplinas posibles, aunque bien es cierto que debe ser usado con responsabilidad. En su calidad de intermediario, la red se ha transformado en un escaparate mundial y el mercado inmobiliario no ha sido ajeno a esta transformación . La mayoría de las empresas, desde luego, han tenido que adaptarse a la revolución que ha supuesto. Las fronteras comerciales se han extinguido. Todo se puede vender si se encuentra al comprador adecuado. De esta máxima se nutren las empresas que, al margen del producto que ofrecen, se promocionan en la Web.

La eclosión de Internet ha supuesto un cambio de las relaciones entre usuario y empresa. Las últimas encuestas señalan que los usuarios prefieren realizar sus compras on line antes que en establecimientos clásicos. Y la facturación, en este sentido, da la razón a las plataformas virtuales. En el mercado inmobiliario, por ejemplo, esta relación se antoja más indirecta y, quizá, fría. Pero también ofrece otras ventajas. La relación tradicional implica que el cliente se desplace a un lugar físico -una oficina, por ejemplo- e interponga su necesidad: la búsqueda de un piso concreto, con un precio concreto y ubicado en una zona concreta. La labor del asesor inmobiliario -una persona física que atiende al cliente de un modo directo- comienza ahí y se desarrolla posteriormente: busca el inmueble demandado y contacta después con la persona interesada para concertar una cita que, con éxito, concretará la tan anhelada venta.

En Internet no existe semejante estructura. En este sentido, la relación es totalmente distinta: el usuario accede a un portal inmobiliario que se ajusta a su búsqueda (y que tiene como referentes el tipo de piso, el precio y la zona). Después contacta con el vendedor y concierta la cita. Así, la intermediación es más rápida y eficaz. Y, por supuesto, sucede lo mismo cuando el cliente, en sí, es un vendedor y no un comprador. En cualquier caso, es el portal inmobiliario el que ejerce la condición de intermediario anónimo. Si, se trata de una manera de ganar tiempo y ahorrar dinero. El usuario lo sabe y el uso de Internet, en este sentido, ya se ha convertido en algo generalizado.

El problema puede surgir en cuanto al acceso y el conocimiento de las nuevas tecnologías. No todo el mundo sabe usar Internet y no todo el mundo ha aceptado este nuevo medio. Este segmento de la población aún confía exclusivamente en conceptos tradicionales. No es un hecho a censurar y, por supuesto, no debe ser ignorado por las empresas que ya disfrutan de un espacio en Internet. Por razones generacionales, son las personas mayores las más reacias a adaptarse a los cambios. En contra, el individuo cuya edad oscila entre los 15 y 50 años es el que puede identificarse como el usuario natural de Internet. Están mejor preparados para asimilar las nuevas tecnologías y no digamos ya los adolescentes, que han nacido con una adaptabilidad al medio que nunca deja de ser asombrosa. El desafío actual de Internet -y las empresas vendedoras que lo conforman- no es otro que convertir al sector más escéptico en acólitos de la Web y, por consiguiente, en potenciales compradores. ¿El modo?: facilitando la comprensión de las nuevas tecnologías y el acceso a los servicios.

En este aspecto, y continuando con el ejemplo del mercado inmobiliario, portales como TUINPER han sido fundados siguiendo esa máxima. Una persona que quiera vender o comprar un piso no ha de conocer obstáculos si accede a la red. Nuestra plataforma, vía telefónica, le proporciona un asesor en exclusiva que inserta su piso en el portal, en caso de que el sujeto sea vendedor, o le ayuda a buscar el inmueble demandado, en caso de que el sujeto sea comprador. Es muy simple. El usuario se despreocupa, accede al servicio y un equipo de asesores vela por sus necesidades e intereses. ¿Qué el vendedor encuentra a un comprador? TUINPER se encarga de toda la gestión administrativa: tramita la pertinente documentación y prepara la firma para evitar sobresaltos o sorpresas.

En este sentido, se trata de un buen ejemplo a la hora de valorar la idea de que Internet debe ser un medio para todos, al margen de su edad o pericia. Internet, en un supuesto más amplio, representa un ejemplo democrático sin igual. De hecho, esa fue la idea original de su creador. La red es un espacio de todos y para todos. Ya dependerá de uno mismo el uso que queramos hacer de él.

Antonio Panadero, gestor de Publicidad y Relaciones Públicas de Tuinper