La compañía Teka Industrial, S.A. ha previsto ejecutar una inversión de 12,7 M€ en sus instalaciones fabriles de Zaragoza dirigidas al desarrollo de una nueva plataforma de horno "energéticamente eficiente" además de implantar una línea automatizada "necesaria para poder fabricarlo". El proyecto, desvelado desde la web del Gobierno de Aragón, arrancaría este 2015, ejercicio en el que se concentraría la mayor parte de dicho desembolso, y se prolongaría hasta 2016. Según la información, estas inversiones no solo aumentarían la estabilidad de la plantilla actual, de unos 200 trabajadores, sino que "permitirán crear un mínimo de 26 nuevos puestos de trabajo directos, a los que habrá que sumar los indirectos que puedan generarse".

Según recoge el Gobierno de Aragón, que habría aprobado una declaración de interés autonómico al respecto, entre las nuevas instalaciones se incluyen una para estampación, conformado y soldadura de horno y líneas para la producción de la cabida del horno, troqueles, soldadura y siliconado. Tal y como se indica, la puesta en marcha de esta nueva línea de producción requerirá el desarrollo de nuevas tecnologías que mejorarán la competitividad del producto, sobre todo en mercados internacionales. Además, con él se cumplirían futuras normativas se mejorarán costes, fiabilidad y eficiencia energética y permitirán disponer de productos y procesos de fabricación flexibles y adaptables a la demanda.

La actual planta de Teka Industrial en Zaragoza deriva de la antigua Industrias Zala, que pasó a convertirse en los años 70 en Industrias Lackey y tras formar parte de Teka, terminar siendo absorbida por ésta en 2009 . Con una plantilla aproximada de 200 trabajadores, las instalaciones de Teka Lackey disponen de 22.000 m2 y están especializadas en la fabricación de hornos para el grupo.

El Consejo de Gobierno de Aragón habría aprobado, a propuesta del Departamento de Industria e Innovación, la declaración de interés autonómico del proyecto industrial presentado por Teka Industrial, una declaración que en la práctica supone que tanto la inversión como los procedimientos administrativos que conlleve gozarán de tramitación preferente y urgente, reduciéndose a la mitad los plazos de trámite ordinarios. Según se indica en dicha nota, esta declaraación se concede "cuando se trata de proyectos que precisan materializarse con rapidez para incrementar la competitividad de una determinada empresa, consolidar su empleo actual y crear nuevo".