España consolidó durante 2014 su posición como segundo productor mundial de corcho, tan solo por detrás de Portugal, tras cerrar el ejercicio con una producción de más de 3.000 M ud., un cuarto del volumen fabricado a nivel mundial (12.000 M ud.), con un valor superior a los 400 M€.
Según los datos facilitados por la iniciativa Cork, en la que se agrupan las principales instituciones y empresas del sector corchero nacional con el objetivo de promocionar el producto y potenciar sus valores y beneficios, siguiendo la línea de años anteriores, de esta cifra, 210 M€ procedieron de las exportaciones, con Francia, Italia y Estados Unidos como principales mercados, a los que siguen Portugal y Alemania; así como Chile, Argentina, Australia, Sudáfrica y Brasil, países en expansión y que se prevé que se conviertan en pilares de la futura expansión del sector.
Para Cork, la automatización y mejora de la eficiencia de los procesos productivos de los tapones de corcho, sumada a la implementación de estrictos controles de calidad, se encuentran detrás del rápido crecimiento que está registrando la industria corchera, al permitirle aumentar su productividad y atender las necesidades de los mercados internacionales. Así, en el último trienio, el conjunto del sector habría invertido alrededor de 42 M€ tan sólo en I+D para mejorar todos los procesos, desde el tratamiento de la materia prima a la expedición de los tapones acabados, incorporando máquinas de visión artificial en sustitución de la clasificación manual tradicional o el marcaje láser de los tapones.