El sector del transporte y la logística no es ajeno a esta tendencia, que hace que las grandes compañías ya están respondiendo a las necesidades de este mercado global. Las fusiones y absorciones empresariales son algunas acciones que amplían su capacidad operativa y encaminan al sector hacia un oligopolio de servicios; lo que reduce la capacidad de elección del cliente y obliga a las Pymes a jugar un rol de mero subcontratista.

La cooperación entre empresas surge como alternativa a este modelo, pues permite a la Pyme convertirse también en un actor principal en este nuevo escenario.

El profesor Fernández Sánchez -en “La Cooperación Empresarial”, de 1991- habla de ésta como «un acuerdo entre dos o más empresas independientes que, uniendo o compartiendo parte de sus capacidades y/o recursos, sin llegar a fusionarse, instauran un cierto grado de interrelación con objeto de incrementar sus ventajas competitivas".

Es en ese “cierto grado de interrelación” donde radica la diferencia entre los distintos modelos de colaboración que co-existen actualmente en el sector (cooperativas, red de franquicias, asociaciones empresariales, joint-venture, etc...) y que, con mayor o menor éxito, permiten a la Pyme logística desarrollar su actividad en un marco más competitivo .

En el caso concreto de España, cuyo tejido empresarial está constituida por Pymes casi en su totalidad, históricamente el asociacionismo no ha estado bien valorado. Sin embargo, se observa que este tipo de prácticas está en aumento de forma general.

Dentro del sector logístico, las dificultades que han surgido en los últimos años, como la falta de proyectos globales, la poca capacidad de internacionalización de las pymes y la atomización estructural que sufre el sector suponen un aliciente para que el asociacionismo se convierta en una tendencia en alza.

Un caso relevante en el modelo de cooperación colaborativa actual, dentro del sector de la logística, es la Asociación de Transportistas Europeos ASTRE. Con origen en Francia, agrupa 190 pymes en todo Europa. ASTRE Península Ibérica la encargada de coordinar las actividades de la asociación en España y Portugal, donde actualmente cuenta con un total de 16 empresas adheridas y 22 sedes logísticas.

En el contexto en el que se encuentra el país, con resquicios de la crisis económica, ASTRE presenta una plataforma profesional donde cada miembro conserva su personalidad y características. Cada socio tiene su propia historia y asume la totalidad o parte de los negocios del grupo, garantizando así que la calidad del servicio sea compartida por todos.

En el sentido final de asociacionismo, el trabajo en conjunto de diversas empresas para lograr una red que ofrezca beneficios tanto económicos como de competitividad a todo el grupo es uno de los puntos más importantes para el futuro del sector logístico.

Así, en el caso de ASTRE , los socios comparten su know-how, crean economías de escala y reducen el riesgo financiero en sus operaciones. Mientras que en el ámbito económico, la asociación busca la reducción de costes y permite acceder a nuevos mercado y clientes con una oferta de servicios globalizada . Además, crea servicios especializados para ofrecer respuestas concretas a demandas específicas del mercado. Así, desde Allied Express, como parte de ASTRE Península Ibérica, somos partícipes de una asociación que nos ofrece una estructura operativa de implantación europea, además de proporcionarnos tanto beneficios en costes como en relaciones comerciales y visibilidad de nuestra marca.

En definitiva, el asociacionismo como tendencia en crecimiento y como lo plantea el ejemplo de ASTRE, supone ayudar a los socios en la creación de una estructura supra-nacional en competencia con los grandes operadores dentro de su mismo territorio sin renunciar por ello a su condición de Pyme independiente y con las ventajas que de ello se deriva: flexibilidad, internacionalización, atención personalizada, etc.).