La adaptación tecnológica es clave para que tanto las cadenas de distribución como los pequeños comercios se adapten a los nuevos tiempos, mejoren sus servicios y prestaciones, y propicien su desarrollo. Una de las aportaciones clave es, por ejemplo, la utilización de chapas o etiquetas de seguridad en todos los productos, como explica la división de Empresas de El Corte Inglés. Además, se puede contar con un arco antihurto que avise de sustracciones no deseadas que pueden producirse, sobre todo, en horas puntas, con pocos empleados o muchos clientes.

Otra de las recomendaciones es un buen equipo informático para que los empleados, con la formación adecuada, puedan realizar ventas y cierres de caja de manera más rápida y eficiente. Otra adaptación puede ser el stock controlado con un software específico para el sector retail. Así, se facilita el pedido de mercancía y se evitan paseos por el almacén buscando productos que quizá no estén disponibles. Otro aspecto importante para controlar el stock es realizar un correcto etiquetado de las prendas y/o productos.

Por último, otro problema habitual son las facturas ilegibles o borradas que, en ocasiones, los clientes presentan a la hora de hacer devoluciones o cambio de artículos. Estas situaciones pueden evitarse com impresoras térmicas , que imprimen en alta calidad y permiten que los datos sean legibles durante un largo periodo de tiempo.