La pérdida desconocida en los comercios españoles, con un impacto del 1,33% sobre las ventas totales del sector , ha logrado situarse en el índice más bajo desde 2010. El Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución registra así una ligería mejoría frente al índice del 1,36% que se presentó en 2014. En total, las pérdidas ocasionadas se sitúan en 2.487 M€ , mientras que el coste de la delincuencia y su prevención -excluyendo, por tanto, la merma asociada a actividades no delictivas- asciende a 4.144 M€, un 2,21% de la facturación del retail. Por ejemplo, el hurto en supermercados alcanza el 1,32% de las ventas y los productos más afectados son vinos y licores, quesos y cárnicos frescos; en el sector cosmético, el hurto supone un 0,95% de la facturación y las referencias más 'demandadas' son cuchillas de afeitar, productos de maquillaje y perfumes. Pese a que el inicio de la crisis supuso un repunte de la pérdida desconocida de forma que en 2011 la tasa llegó al 1,40%, la mejora de la coyuntura y la optimización de soluciones, según los responsables del estudio, han provocado una mejora en los tres últimos ejercicios.
Aún así, España sigue en el pelotón de cabeza de países con mayor índice de pérdida desconocida de Europa y el mundo. En concreto, es el sexto país del mundo y el tercero de Europa con un mayor índice de pérdida desconocida en los comercios minoristas, sólo por detrás de México, Holanda, Finlandia, Japón y China. Si bien se ha mejorado respecto a la quinta y segunda posición que, respectivamente, ocupaba el año pasado, nuestro país sigue por encima de la media mundial tanto en índice de pérdida desconocida como en impacto de los costes que suponen el hurto y su prevención. Esto se explica en parte porque la tasa de inversión que la distribución española hace para combatir este problema es, con un índice del 1,37% (2.279 M€) , la más alta de Europa , y son los hipermercados y las tiendas de bricolaje las que más gastan en ello.
Las perfumerías, con un 0,95%, pueden 'presumir' de contar con el índice de pérdida desconocida más bajo entre los 18 mercados verticales de la distribución estudiados, aunque su índice también se sitúa por encima de la media mundial y europea. Las tiendas de ropa son las más afectadas (1,86%), mientras que entremedias se encuentran tiendas de otras actividades como productos electrónicos (1,13%), bricolaje y jardinería (1,44%), hipermercados (1,17%) y supermercados y minoristas de la alimentación (1,32%).
El 50% de la pérdida en hipermercados no está relacionada con la delincuencia
La mayor parte de las pérdidas ha sido provocada por el hurto externo , en una proporción (52%) mucho mayor respecto al año pasado (30,9%), ejercicio en el que había experimentado una notable caída. Por segmentos, también es la principal causa de pérdida desconocida en perfumerías (40%), productos electrónicos (53%) y supermercados y detallismo alimentario (68%). Tras el hurto externo, los errores administrativos y factores no relacionados con la delincuencia (25%) son la segunda causa de pérdida desconocida y, curiosamente, la primera para los hipermercados (50%). El hurto interno y el fraude de proveedores tienen un impacto en el retail del 18% y el 5%, respectivamente, con lo que este último vuelve a situarse en niveles de 2013 tras el espectacular avance del año pasado (20,6%). Según el informe, este buen comportamiento se debe a que los minoristas han incrementado medidas adecuadas como camiones sellados, control de alarmas, vigilantes de seguridad, cámaras de vigilancia y RFID en origen para lograr una trazabilidad de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro.
Con este desglose, las actividades delicitivas provocan pérdidas de 1.865 M, mientras que la merma asociada a acciones no voluntarias está avlorada en 622 M.
En 2014-2015, los minoristas españoles gastaron el equivalente al 1,37% de sus ingresos por ventas en prevención de pérdidas, de nuevo mucho más que el promedio de países de Europa y el mundo. Los segmentos que más se han gastado han sido las tiendas de bricolaje y jardinería y los hipermercados, con un presupuesto del 1,50% de sus ventas en cada caso. En función de las respuestas que facilitaron los participantes comunes a las dos últimas ediciones del estudio, todos los mercados verticales aumentaron sus partidas de prevención respecto al año anterior , pero destaca el aumento de la inversión por parte de los establecimientos de productos electrónicos (1,05 puntos porcentuales).
Ojo en invierno
El valor máximo de pérdida se produce en invierno, concretamente en los meses de noviembre y diciembre debido al gran tráfico y afluencia de clientes.
Entre las soluciones para la prevención de pérdidas de artículos, las más empleadas por los minoristas, en una medida del 78%, fueron la protección electrónica de artículos (etiquetas adhesivas y duras y antenas antihurto EAS), las arañas y los 'keepers' (28%), las estrategias avanzadas para el control de inventario como, por ejemplo, los dispositivos de cable (un 22%), y las herramientas de análisis de los datos recopilados por las antenas EAS (un 22%). En España, los minoristas cada vez muestran un mayor interés en el análisis de los datos relativos a la mercancía hurtada , para poder concentrarse en las áreas que requieran un mayor gasto en la prevención de pérdidas. También quieren tener una mayor visibilidad de la información específica de los artículos, como, por ejemplo, la fecha de caducidad de los alimentos frescos para reducir su desperdicio. Además de aprovechar las herramientas que les ofrecen las distintas tecnologías, los minoristas están invirtiendo en la formación de personal para frenar la pérdida desconocida. Prefieren utilizar soluciones de prevención de pérdidas que no comprometan la estética de los artículos , sobre todo aquellos que se tienen en el establecimiento. En ciertos artículos, como, por ejemplo, los perfumes, los minoristas priman el atractivo visual del producto -y, por tanto, las soluciones como el etiquetado en origen- por encima de la seguridad.
Según datos de AECOC recogidos en el informe, el 80% de las pérdidas en el sector minorista se producen en las tiendas , un 10% en los centros de distribución y el porcentaje restante durante el transporte. Además, el 20% de las pérdidas ocurren antes de que los artículos lleguen al punto de venta. La principal motivación de una persona para cometer un hurto en el ámbito de la distribución minorista es el beneficio económico que puede obtener con la venta de esos bienes en el mercado negro. Además, a algunas personas les motiva la facilidad con la que pueden hurtar bienes en las tiendas. El perfil de este tipo de delincuente es un hombre de entre 18 y 35 años con ingresos bajos.
El Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución, patrocinado por Checkpoint Systems , ha sido desarrollado por The Smart Cube y Ernie Deyle, analista de prevención de la pérdida en el sector del retail. Se basa en encuestas por Internet y entrevistas en profundidad a 203 retailers de 24 países que suman unas ventas de 750.677 M€.
