En un momento en el que el sector tiene todo a su favor para lograr unas tasas de crecimiento destacadas (precios de materia prima estables, recuperación económica, mejora de mercados naturales como el de aguas envasadas y amenazas como la posible implantación de un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de Envases -SDDR- ya superadas), la industria del PET no tiene claro cuál va a ser el próximo escenario. En un entorno en el que la sobrecapacidad sigue siendo un problema sin solución (y que en el pasado reciente fue causa de uno de los periodos de transformación para este mercado más agitados), el cliente sigue sin tener otra cosa en mente que la reducción de costes. Pese a las condiciones favorables, la incursión del PET en nuevos sectores sigue siendo un movimiento que se produce a cuentagotas por lo que, a corto plazo, toda estrategia se basa en satisfacer las necesidades de sus productos estrella.

En esta tesitura, la mayor parte de las empresas sigue trabajando con el aligeramiento de los envases como principal estrategia, al tiempo que gana enteros otra de las viejas prácticas del sector: la firma de nuevos contratos 'in house' o 'wall-to-wall' con sus clientes. En este sentido, a grandes especialistas de este campo como Caiba o Logoplaste, se ha sumado el interés de empresas que, hasta el momento, no acumulaban experiencia siguiendo esta estrategia y que esperan ver pronto sus frutos.

Todo esto tiene lugar el tiempo que se produce un cambio de calado, como es la entrada de un nuevo actor en el mercado europeo, Plastipak, quien llegó para hacerse con los activos de APPE, la división de transformados plásticos de la desaparecida La Seda de Barcelona , con voluntad de reforzar la posición de liderazgo en el mercado español que dicha división ya tenía. Al mismo tiempo, los gigantes de Asia y Oriente Medio siguen creciendo sin medida, sin conocer las repercusiones que esto traerá a un mercado en el que los márgenes siguen estrechándose, especialmente si los nuevos nichos no se colonizan más rápido.

No obstante, las incertidumbres no frenan a un campo que incluso en los peores días de la crisis ha sabido mantener el tono y que, según Alimarket Envase, cerró el pasado año con un crecimiento del orden del 5%, hasta los 396 M€ de facturación. La inversión productiva, la que ha sido siempre la gran seña de identidad, sigue también muy viva en la campaña a punto de finalizar, con otros 18 M€ anunciados por un total de 10 compañías. Toda la información relevante sobre el sector del de Envases de PET en España aparece publicada en el último reportaje publicado sobre la materia por Alimarket Envase.