La necesidad de potenciar y mejorar las capacidades cognitivas e intelectuales de las personas mayores, que se pueden ver mermadas, a partir de los 60 años, ha impulsado en los últimos años la proliferación de lo que se ha denominado en nuestro país “Aulas de Estimulación Sensorial”. De hecho, en España, como equipadoras de este tipo de instalaciones, destacan las empresas Optical Illusions, CaudexMobel, Fundosa Accesibilidad y Miramos por ti, entre otras.

Tal y como afirma Xabier Aluja, director comercial de la catalana Optical Illusions, “estas aulas existen en España desde mediados de los años 90 y están concebidas para fomentar la relajación del usuario y potenciar todos sus sentidos, mediante diferentes elementos”. Están indicadas para la estimulación temprana en el desarrollo infantil, para niños y adultos con necesidades educativas especiales y para la tercera edad aunque, en la actualidad, también se están utilizando como salas de relajación para ejecutivos. En concreto para el colectivo de la tercera edad, según Aluja, “ayudan al desarrollo cognitivo, permitiendo al mayor experimentar distintas sensaciones, a través de la estimulación de los sentidos, ya que la mayor parte de los elementos de la sala funcionan por causa-efecto, cuando aprietas un botón, cambia de color, sonido y forma”. En opinión de las cuatro especialistas consultadas están especialmente recomendadas para los enfermos de Alzheimer, de hecho, para ellos se crean diferentes escenarios en las aulas como pueden ser escenarios otoñales con diferentes aromas para trasladar al enfermo a un campo imaginario, que le proporcione bienestar y se eliminan los espejos, para evitar ocasionar problemas al usuario. A nivel físico y para reforzar los beneficios de los gimnasios geriátricos, las aulas de estimulación sensorial incorporan algunos elementos como camas de agua y elementos para mejorar y trabajar la psicomotricidad de los mayores con movilidad reducida e, incluso, Optical Illusions equipa salas con la consola Wii y la plataforma Wii-Fit para fomentar el movimiento y el ejercicio físico, también en la tercera edad, de forma sencilla e interactiva.

Otra de las más experimentadas en el campo de la estimulación sensorial es la madrileña Fundosa Accebilidad Via Libre, que distribuye en exclusiva las ‘Aulas Snoezelen’ de la inglesa Rompa. Como característica principal incorpora elementos como tubo de burbujas (tubo acrílico que vibra, por el que acienden burbujas de colores y que estimula los sentidos de la vista, el tacto y el oído), el pódium de espejos (conjunto de espejos irrompibles que estimula la vista y el tacto); o la piscina de bolas (estimulación táctil). Además, incorpora otros elementos como el colchón de agua musical (estimulación somática y auditiva), el panel de luz y sonido (estimulación visual y auditiva) o la alfombra sonora, que produce diferentes sonidos según se presione. Por su parte, Optical Illusions entró en el área de la estimulación sensorial en 2004, ofreciendo soluciones llave en mano para centros sanitarios y de mayores. El 70% de sus productos son de fabricación propia y además, la empresa diseña espacios y se encarga de la instalación, formación y servicio post-venta. Sus salas especializadas incluyen pulsadores, elementos que reaccionan a la luz y al movimiento y acaban de incoporar un nuevo sistema denominado ‘Superficie Vival’, que sumula un río con peces y cuando la persona mayor pisa el río o mueve el agua, los peces simularán moverse y acercarse a los pies del dependiente.