Desterrar falsos mitos sobre la seguridad es, hoy en día, clave si queremos ser más eficaces en la lucha y prevención del robo. En un país, con un consumo retraído por culpa de la crisis, es importante hacer una reflexión sobre cómo se protegen y salvaguardan los productos, desde los artículos de lujo hasta bienes de primera necesidad, pues la coyuntura ha provocado el aumento significativo del hurto de este tipo de mercancía. Por esta razón, es muy importante que los comerciantes inviertan en la prevención de los hurtos que si bien no se pueden reducir al 0% lo cierto es que sí pueden minimizar su impacto en la rentabilidad, que es más que significativo.
1. “A mayor inversión en seguridad, menos probabilidades de sufrir un hurto”
FALSO: No se trata de invertir más sino de invertir con cabeza. Según los últimos informes de la industria, el comercio minorista invirtió en seguridad el pasado año la astronómica cifra de 782 M€ y aún así las pérdidas desconocidas (aquellas provocadas por hurtos de clientes o empleados, fraude de proveedores o errores internos) se situaron en los 2.946 M€, cifra que supera en un 7,7 % a la de hace un año y que equivale al 1,4 % de las ventas totales del sector. Esta tasa sitúa a España como octavo país del mundo con más pérdidas desconocidas y el cuarto en el que más crece este indicador.
2. “Disponer de un sistema avanzado y eficaz exige un gran desembolso”
FALSO: Una pequeña inversión que dé respuesta a la idiosincrasia del producto que queremos proteger puede resultar más eficaz que una gran inversión en soluciones “estándar”. Hoy por hoy, la variedad y tipología de soluciones de seguridad antihurto es tal que, prácticamente, hay una propuesta específica para cada producto. Protectores de policarbonato (cajas de seguridad), POD displays, circuitos cerrados de televisión, controles de acceso, antenas anti-hurto EAS y así hasta un largo etcétera. Aún así, los comercios se concentran básicamente en el uso de etiquetas anti-hurto y en la exposición de los productos en vitrinas de cristal bajo llave o cajas vacías en los lineales. Es clave que se analice la idiosincrasia de cada mercancía con el objetivo de determinar qué sistema puede dar la mejor respuesta a su seguridad y abandonar aproximaciones del tipo “una misma solución para todo”, pues invertir en una propuesta de seguridad estándar puede, en último término, hacer más vulnerable al comerciante de cara al hurto, al no proteger de forma adecuada la mercancía y facilitar el trabajo de los amigos de lo ajeno.
3. “Contar con una extensa plantilla no sólo mejora la experiencia de compra del usuario sino que además garantiza la seguridad de nuestro productos”
FALSO: Está demostrado, con casos de éxito de reconocido renombre, que las organizaciones que apuestan por soluciones que les permiten llevar a cabo una exposición más atractiva de la mercancía, no sólo logran la máxima protección frente a posibles hurtos, sino que también aumentan sus ventas al permitir experimentar libremente los productos.
En un mundo como el actual, donde ‘reina’ la autonomía del consumidor, los clientes encuentran irritante tener que localizar al personal de la tienda para abrir vitrinas y cajas para ellos y, a menudo, deciden no molestarse. En estos días, este método no funciona, los clientes desisten de la compra al tener que esperar a ser atendidos y, en el peor de los casos, se trata de un modelo comercialmente inviable. Los clientes reclaman mayor libertad para probar los artículos antes de comprarlos. Probar y experimentar el producto antes de adquirirlo, a través de expositores sin barreras, se ha convertido de un tiempo a esta parte en un factor decisivo de compra. En un mundo como el actual, dejar usar el artículo al cliente es fundamental para conseguir un impacto directo en las ventas. Pero para que esto sea posible es necesario primero que los comercios se conciencien que las soluciones de seguridad no tienen por qué estar reñidas con un diseño original y llamativo.
4. “Garantizar la seguridad exige aplicar el mismo nivel de protección las 24 horas del día los 365 días del año”
FALSO: Las soluciones de seguridad deben adaptarse al momento. En un establecimiento existen “picos” de afluencia de clientes tanto en fechas como en momentos del día en los que se debería de contar con servicios reforzados, pues a más afluencia de público, más posibilidades de que los amigos de lo ajeno pasen inadvertidos y tengan más facilidades para sustraer la mercancía. Existen herramientas híbridas que actúan a la vez como sistema de seguridad anti-hurto y como medidor de afluencia de clientes, lo que supone una potente herramienta de marketing aportando datos actualizados valiosísimos no sólo para ‘blindar’ el establecimiento sino para incentivar sus ventas.
5.“Los productos de un alto valor económico son los más susceptibles de ser sustraídos y, por tanto, deben contar con un mayor nivel de protección”
FALSO: Los últimos informes demuestran que algunos de los índices de pérdida desconocida más elevados se han detectado en productos de primera necesidad. La memoria anual de la asociación de fabricantes y distribuidores (Aecoc) destaca que los comercios de alimentación y bebidas perdieron el año pasado cerca de 1.200 millones de euros a causa de los hurtos, lo que supone aproximadamente el 1% de su facturación. Y es que la crisis económica ha desviado la atención de productos estrella como el perfume y la ropa y ahora convierte en su principal objetivo los lineales de los supermercados. Sólo la pasada campaña navideña, España perdió más de 280 millones de euros por robo de comida, según un estudio realizado por “Centre for Retail Research”, por lo que es importante no descuidar la seguridad de este tipo de productos.
