Se mantiene el ritmo inversor
Con esta perspectiva, Sada ha diseñado un programa de inversiones hasta 2023, dotado con 15 M€ y destinado a una profunda modernización de sus instalaciones (4 plantas de procesado y una fábrica de elaborados), con actuaciones en nuevas tecnologías de procesamiento, visión por rayos X, mejora en los rendimientos, envasado y mejoras en bienestar animal.
Mientras, Aviserrano ya ha comenzado con su ambicioso plan inversor, en el que gastará 50 M€ hasta 2025. Así, ya se están ampliando y mejorando todas las plantas del grupo (ubicadas en Purullena -Granada-, El Viso del Alcor -Sevilla- y Lliria -Valencia-), al tiempo que este año comenzarán las obras de construcción de dos nuevas incubadoras de pollo y pavo y una nueva fábrica de piensos. Además, todo el plan se basa en el uso de energías renovables y la optimización de procesos productivos mediante la digitalización. Por su parte, la leonesa Oblanca, que está dando las últimas pinceladas a su plataforma logística de frío, ha definido el proyecto de ampliación de su planta de procesado de Onzonilla. Con un presupuesto de 12 M€, que se desembolsarán hasta 2023, el planteamiento es optimizar el espacio actual (cuenta con una parcela de 25.000 m² en total), remodelando la zona de procesado para tener más superficie e incorporando nueva maquinaria avanzada, con el objetivo de incrementar su capacidad productiva en un 50%. En 2020, la leonesa obtuvo un sacrificio de 29.700 t/canal, algo superior al de 2019.
Igualmente, Avícola de Íscar (Grupo Hidalgo) mantiene su política inversora -más de 5 M€ en los últimos dos años- y está completando un plan de mejoras en cámaras y envasado por valor de 2,5 M€. Avimosa destinará 0,7 M€ a eficiencia energética en el matadero, a la espera de poder abordar de una vez por todas la ampliación de su planta en Moraleja de Enmedio (Madrid). Y Alimentbarna ha presupuestado otros 350.000 € para seguir mejorando sus líneas de procesado y despiece, equipos de frío y transporte, tras haber invertido 850.000 € en 2020 al mismo fin. Mientras, Pujante ha completado con la puesta en marcha de una nueva depuradora un presupuesto de 6 M€, iniciado en 2019 y que ha implicado, entre otras mejoras, renovar toda la maquinaria de su línea de producción, desde la llegada de las aves al matadero hasta su envasado y preparación para la expedición. Asimismo, Calatayud e Hijos está finalizando su último proyecto, hasta la fecha, donde incide en el ahorro energético -con paneles solares- y de agua, al tiempo en que ha incrementado el ritmo de producción en un 25%. Todo ello, con un desembolso de 2,5 M€.








