A la búsqueda del apoyo de los fondos europeos
El anuncio de la mayor aportación de la historia de fondos europeos -más de 70.000 M€ en los próximos tres años-, para la recuperación económica tras la pandemia, conocidos con Fondos Next Generation, ha despertado también interés en el sector avícola. Así, varias empresas -como Vall, Sada, Costa Food o, incluso, Calatayud e Hijos- han entrado a participar ya en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), donde más de una veintena de industrias del macrosector cárnico -donde se inserta las procesadoras de pollo- han presentado sus planes para acelerar su transformación necesaria. La inversión global que sus impulsores han estimado inicialmente es de 3.500 M€, de los cuales se solicita un reparto a partes iguales entre la financiación pública y la privada. Las actuaciones irán dirigidas a tres áreas: la digitalización de la producción (robotización, automatización, sensorización de plantas y gestión de datos, con la ayuda del blockchain); la sostenibilidad y bienestar animal (economía circular, incorporación de renovables, eficiencia en el uso de agua y valorización de residuos y subproductos); y la búsqueda de la paridad entre empleo femenino y masculino en el conjunto del sector, así como el desarrollo rural, para combatir la despoblación.
Muchas de las empresas del sector llevan tiempo trabajando en estas áreas. Algunos ejemplos serían el grupo Hidalgo, que desde 2014 utiliza solo biogás en sus procesos, elaborado a partir de los lodos de su depuradora. O el ya mencionado de Calatayud e Hijos de incorporar paneles solares en sus instalaciones centrales. Igualmente, Uvesa acaba de instalar estos equipos en su incubadora de Tudela, lo que le permitirá reducir un 24% el consumo energético de dicha planta. Mientras, ‘Aldelis’ lleva varios años desarrollando un ambicioso programa de blockchain, que está teniendo una notable implicación en su logística, permitiendo una completa sincronización de los procesos de la cadena de suministro con la demanda, contribuyendo así a la toma de decisiones de forma ágil y con visibilidad global.
Por su parte, el grupo VMR culminará su proyecto Ibergallus en junio de 2021, con la puesta en marcha del último de los 6 núcleos propios de gallinas reproductoras. De este modo, ha cerrado el ciclo de vida del pollo al incorporar la incubación (centro en Cáceres), la cría y la reproducción (núcleos en Toledo) a su actividad de engorde (granjas propias e integradas) y procesado en sus plantas de Cáceres (sacrificio) y despiece y congelados (San Fernando de Henares). En este proyecto de Ibergallus se han utilizado las tecnologías más avanzadas para la mejora en la salud y calidad de los pollitos. Esto ha contribuido al logro del Certificado Welfair de Bienestar Animal a principios del año 2021. Igual sello ha obtenido Procavi, que en su caso certifica el bienestar animal en todo el ciclo de vida de la carne de pavo.








