El sector de distribución comercial está viviendo un momento de redefinición, con una oferta de tiendas más atractivas y de surtido más amplio, ante el nuevo consumidor que nace de la crisis y quiere aunar calidad, variedad y precio, y además tiene el ecommerce como alternativa. Y esto tiene su correlación en toda la actividad logística que sostiene el entramado comercial y que, para estar a la altura y a la vez mantener la eficiencia, vuelve a invertir en nuevos centros de abastecimiento y, sobre todo, confía su futuro a las nuevas tecnologías. Todo ello se analiza en el Informe 2017 de la logística para la distribución en España , publicado en la edición de octubre de la revista Alimarket, con datos de almacenes, proyectos y ranking de operadores especialistas. De este informe, podemos extraer las cinco principales claves que explican el cambio:

1. Renovación de oferta

La distribución está cambiando para atender a un consumidor más exigente, más preparado, con capacidad para acceder a varios canales, con menos tiempo para la compra, nuevas inquietudes e impaciente. Los frescos acaparan más superficie de venta, y la oferta es cada vez más sofisticada y variada; nacen nuevas secciones de biológicos, ecológicos, saludables, productos “sin”, platos preparados y parafarmacia; se acude más veces a la compra pero la cesta se llena menos, lo que obliga a adaptar los formatos de tienda.

“I want it all, and i want it now”, cantaba Queen y parece ser la seña de identidad del consumidor actual. Lo cual tiene su reflejo en la logística, con “lead-times a cliente final medidos en horas”, señalan desde Makro. La gestión se hace más compleja -y en teoría esto tendría que significar más cara-, con pedidos más pequeños y a varias temperaturas, mientras se multiplican los puntos de atención, desde el aprovisionamiento en el proveedor hasta las entregas a domicilio cuando se solicitan, pasando por almacenes reguladores centrales, regionales, locales, mayor número de tiendas… Omnicanalidad creciente y también omnipresencia.

2. Nuevos proyectos, nuevas plataformas

“La solución para evitar problemas reside en dar un correcto orden secuencial a los objetivos de la logística, y hay que empezar por la calidad; seguido de la cantidad; el momento; el lugar; y, por último, el coste”, afirma Oriol Montanyà, director general de logística de Mercadona. Todo ello debe apoyarse en una medición coherente de cada uno de estos objetivos, para acertar en las decisiones. Y, a nivel operacional, se nutre de una red de plataformas bien estructurada y ágil. Precisamente, para adaptarse a esta nueva era en la distribución, Mercadona planea la próxima construcción de un gran almacén en Sagunto, que se constituirá en su principal bloque logístico regulador. Realizará una función vital, como pulmón suministrador, con el claro objetivo de garantizar los stocks necesarios, independientemente del origen y destino final de los mismos.

En total, junto a este proyecto de nueva plataforma de Mercadona -que tiene otros cuatro en curso-, Alimarket contabiliza más de 30 aperturas o planes de nuevos almacenes y de ampliaciones por parte de las empresas retailers, de cara a adaptarse a las crecientes necesidades y demandas logísticas.

3. Tecnologías y logística 4.0

Algunos de los nuevos almacenes que se ponen en marcha ya están total o parcialmente robotizados, lo que permite acelerar y optimizar determinados procesos de gestión de mercancías. Las nuevas tecnologías han cobrado un enorme protagonismo pues, desde una posición inicial de herramientas de apoyo, han evolucionado hasta constituir parte del núcleo de la actividad logística. La información que estos equipos y sistemas reciben, procesan, interpretan, convierten, deciden y ejecutan es la base de todo ello. Es la hora de la transformación digital, de la llamada Logística 4.0. “La tecnología ha de ser una aliada del logístico -abundan fuentes de Condis-. Debe ser un facilitador que permita ser más ágiles, monitorizar mejor los procesos y generar información suficiente y de calidad para seguir en la senda de la mejora continua”.

“Hoy en día es tan importante mover el producto físicamente como gestionar los datos asociados a cada movimiento que se produce a lo largo de la cadena de suministro, desde cada acto de compra, para personalizar el servicio ofrecido y estar más cerca del cliente”, reconocen desde Uvesco.

4. Ecommerce, preparados para su irrupción

El comercio electrónico en el retail alimentario sigue siendo todavía muy incipiente y con niveles que escasamente rebasan el 1% del total de las ventas, aunque ya no se puede calificar precisamente como una novedad. Su influencia, ahora mismo, reside más en una toma de posiciones para estar preparado de cara al momento en que se produzca la -hace tiempo anunciada- irrupción definitiva. “El notable incremento de las ventas del comercio electrónico, unido a plazos cada vez más cortos en las entregas, obligan a replantearse el actual modelo logístico, que requerirá una alternativa a la gestión de la distribución en la última milla”, señalan en este sentido fuentes del operador Stef. El crecimiento del ecommerce está obligando también a realizar más trabajos de picking unitario y automatizados en el almacén, “con incremento acelerado de las entregas home delivery”, abundan desde Makro. Y cada vez son más las empresas retailers que están implantando puntos de autorecogida ‘Click & Collect’ en sus locales, como solución a la multiplicación del número de entregas demandadas y al problema de los servicios a casa y el tráfico generado. Entretanto, el gigante Amazon sigue apostando por nuestro país, no solo como mercado, sino como base para acceder a otros aledaños gracias a las condiciones ventajosas que aquí disfruta. De esta forma, a finales de 2018 reunirá hasta 10 instalaciones de almacenaje y distribución en España.

5. El saturado escenario urbano

En el ámbito del transporte, dos son los principales objetivos: la disminución de los kilómetros de largo recorrido y la mejor organización de la cada vez más saturada distribución urbana. Y en ambos casos con el propósito común de disminuir las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero. En la carretera, además de la optimización de los flujos, medidas como la renovación de flotas con camiones de bajo consumo o que utilicen carburantes alternativos, como el gas natural, son las más comunes, a lo que se añade la aparición de los megatrailers. En el marco urbano, mientras se negocia un mayor uso del horario nocturno y de franjas exclusivas para carga y descarga, la siguiente frontera a rebasar es la del vehículo eléctrico, en la búsqueda de parques más ecosostenibles. Su uso, a través de pruebas piloto por empresas como Consum, Uvesco o Eroski, todavía se presenta de forma testimonial, pero su extensión puede ser solo cuestión de tiempo. “La reglamentación que está apareciendo en torno a los planes de calidad del aire, junto con otras iniciativas en torno a la reducción de emisiones, van a acelerar la renovación de las flotas”, advierten desde Condis.

Nos adentramos, pues, en una futura realidad de máxima exigencia dentro de la logística en retail, donde aún hay factores, como el ecommerce, que no han revelado su valor exacto, pero que sí han creado ya nuevos entornos y hábitos. El aumento del volumen de tráfico en las ciudades es indudable, y se han transmitido prácticas ya asumidas por todos, como la de medición de datos y resultados, para aplicarlos en una mejora del servicio. “Tratamos con un sector -el retail de gran consumo- sometido a cambios constantes que se producen a una gran velocidad y, por tanto, precisa de un servicio logístico flexible, tremendamente ágil y con capacidad de adaptación a los requerimientos de la demanda”, concluyen fuentes de ID Logistics.