Superada la crisis económica y tras apenas dos años de moderada recuperación, el sector de bebidas espirituosas vuelve a mostrar signos de desaceleración en España. Tal y como desveló recientemente a la prensa Eric Laborde, director general de Pernod Ricard España, ya antes del segundo semestre de 2017 el consumo de bebidas espirituosas se frenó y fue más débil. Laborde explicaba que esto se debe en parte a los cambios en los hábitos de compra (ecommerce, healthy), consumo (ocio más diurno) y a la desviación del gasto, ya que los consumidores con más poder adquisitivo optan por bienes más duraderos (coches, vivienda, viajes, etc.).

Asimismo, las altas temperaturas durante la segunda mitad del año no favorecieron el consumo de este tipo de bebidas y sí el de otras más refrescantes como las aguas, refrescos o cervezas. A todos estos factores se suma el proceso independentista de Cataluña, en el último trimestre del año, que ha impactado negativamente en la ventas en esta Comunidad Autónoma y frenado aproximadamente un punto porcentual el crecimiento global del sector.

El whisky, bebida que más impacta

De ese modo, los datos para ese periodo (que coincide con el primer semestre del ejercicio fiscal 2017/18) presentados por la multinacional francesa reflejan un descenso de las ventas en España del 4%. Entre las marcas más afectadas por esta contracción del consumo cita al whisky 'Ballantine's' y un comportamiento más flojo de la ginebra 'Beefeater'. Si bien, fuentes de la compañía matizan que los resultados del s egundo semestre de 2016 se beneficiaron de un anticipo de compras por parte de clientes mayoristas debido a la subida de los impuestos especiales, que se realizó en diciembre de ese año.

A nivel global, el grupo francés elevó sus beneficios un 25% hasta los 1.147 M€, mientras mantuvo en niveles similares la facturación con 5.082 M€. Estos resultados se produjeron gracias a la aceleración de las ventas en China y la India.

Ese freno del consumo de bebidas espirituosas en España también se constata en las cuentas de su competidor Diageo respecto a la División Iberia, que en el mismo periodo registró una caída en ventas del 7%, como consecuencia fundamentalmente del débil comportamiento de la categoría de whisky y, en su caso, de la marca 'J&B'. También cita Diageo en su presentación de resultados semestrales el aumento de la presión de la competencia.

El whisky sigue siendo la categoría más consumida en España dentro del conjunto de las bebidas espirituosas, con un volumen cercano a los 50 Ml, lo que le otorga una participación en volumen del 25%. En 2016, las ventas de whisky repuntaron un 1,9% según datos de Febe, si bien cifras de consultoras hasta noviembre de 2017 le arrojaban de nuevo una bajada del 1%.