La Federación de Productores Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex) y la Asociación de Cosecheros Exportadores de Tenerife (Aceto) se han unido para expresar sus quejas sobre la última campaña de frutas y verduras en las Islas Canarias. Las dos entidades aseguran que ha estado marcada por las inspecciones fitosanitarias y por los cambios en el transporte. Ambas situaciones han provocado, según su relato, retrasos considerables.
Fedex ha sido durante años la encargada de fletar buques frigoríficos para transportar la mercancía de los agricultores canarios. Pero en la última campaña este sistema se sustituyó por líneas regulares de contenedores refrigerados. El cambio, explican los productores, suponía en sí una reorganización logística como disponer de suficientes contenedores y muelles específicos de carga; no obstante, esta transformación también se ha visto agraviada por los incumplimientos en lo servicios marítimos.
Otra de las novedades fue la entrada en vigor del Reglamento Comunitario 2031/2016 que obliga a la inspección fitosanitaria de los envíos de tomate canario hacia la península y el resto de la Unión Europea. En este sentido, las entidades han criticado que su aplicación generó demoras en los puertos de destino: “Si bien en los almacenes se realizaron con normalidad, en los muelles provocaron retrasos considerables en la operativa del transporte”.
Tanto Fedex como Aceto han comunicado que la situación provocó retrasos “considerables” en las llegadas que, en ocasiones, superaron los quince días de retardo. A su vez, estas dilaciones originaron malestar entre los receptores y clientes por no disponer de sus frutas y verduras a tiempo.
Pero la climatología también jugó un papel fundamental en la campaña. La significante bajada de las temperaturas durante el invierno, además de las lluvias persistentes, incidió en una cosecha más tardía y la aparición de plagas que afectaron a la producción. El precio en los mercados europeos tampoco ayudó, salvo en picos puntuales que con la llegada de contingentes de terceros países volvían a reducirse.
Por ello, el sector ha calificado la temporada 2017/2018 como “regular”. La producción de tomate, por ejemplo, disminuyó entorno al 6% (- 3.450 t) hasta las 57.500 t. Del total, casi el 90% (51.637 t) se vendió entre Reino Unido (43,88%), Europa (45,21%) y la península ibérica (10,89%). En cuanto al pepino, se incrementó en 1.863 t: misma cantidad que el aumento de sus ventas en el extranjero. Los calabacines, arándanos y pimientos supusieron unas 434,5 t en las que destaca el crecimiento y una mayor demanda del calabacín.
