La industria de alimentos y bebidas cerró 2009 con una facturación de 82.018 M€, según los datos provisionales avanzados por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas. El aún Secretario General, Jorge Jordana, achaca este retroceso a la "menor disponibilidad de renta que ha llevado a un menor consumo y, por lo tanto, a una caída en la demanda y en la producción".

Evidentemente, la bajada de los precios alimentarios (que se tradujo en un IPC negativo del 2,6%) ha influido en este descenso de la facturación, si bien no será hasta abril cuando la FIAB realice su estimación sobre la evolución en unidades físicas.

El dato presente es una estimación de la Federación sobre el Índice de Producción Industrial del Instituto Nacional de Estadística. El comportamiento ha sido mejor en el caso de la alimentación (retroceso de siete décimas) que en el de las bebidas (-5%), si bien ambos han registrado caídas muy inferiores al índice general (-16,2%). De hecho, sólo el otro sector anticíclico por excelencia, el farmaceútico, presenta mejores números, repitiendo el dato de 2008.

Esta diferencia entre alimentación y bebidas es achacable al peor comportamiento mostrado por hostelería y restauración frente al canal doméstico. Según el Panel de Consumo Alimentario del MARM, el consumo de los hogares creció un 0,5% en volumen durante los nueve primeros meses de 2009, periodo en el que el consumo en hostelería y restauración se contrajó un 8,2% y un 2,4% en instituciones (restauración colectiva).