Bodegas Ostatu, de la localidad alavesa de Samaniego, cuenta desde el pasado mes de septiembre con la totalidad de las ha de viñedo de su propiedad (unas 34 ha) inscritas en ENEEK (Consejo Regulador de Producción y Alimentación Ecológica de Euskadi). Los hermanos Sáenz de Samaniego consideran que "este modelo de trabajo es el que posibilitará el seguir mejorando la calidad de la que hacen gala sus vinos". De ahí que, varios de ellos, sean elaboraciones de parcelas únicas, donde la responsabilidad en el trabajo en viñedo marca la diferencia.

La bodega alavesa realizó en 2012 por primera vez el estudio, reducción y compensación de su huella de carbono y, desde entonces, ha desarrollado numerosas mejoras como organización responsable. La reducción del peso de las botellas, la homogeneización de su etiquetado y embalaje, la iluminación por LED o la sustitución de la caldera de gasóleo por una de biomasa han sido algunos de sus proyectos.

Este otoño se ha dado un paso más hacia esta dirección medioambiental con la colocación de una instalación fotovoltaica de autoconsumo que supondrá una generación de energía solar anual equivalente a 32.600 kwh. De este proyecto, realizado con la empresa alavesa Ekisolar, se estima que, tras la generación de energía propia (aproximadamente el 30% de la energía que consume), se posibilitará una reducción anual de emisión de CO2 a la atmósfera de 10.360kg, lo equivalente a la plantación de 213,5 nuevos árboles.

Así, junto con la contratación de la energía restante mediante la cooperativa de energías renovables GOIENER (de la que es socia desde 2016), la bodega de Samaniego se posiciona como un "referente en el cuidado del medio que les rodea, en la conservación del patrimonio, la biodiversidad y la complejidad del territorio formado por viñedo de Rioja Alavesa".

Bodegas Ostatu, que comercializa unas 350.000 botellas de vino al año, además de aceite de oliva virgen extra, ha presentado este año su primer vino con certificación ecológica, con marca 'Ostatu'.