El sector de bebidas refrescantes en España, representado por Anfabra, ha presentado hoy en su Asamblea General los retos mediomabientales y de sostenibilidad a los que se enfrenta con el objetivo puesto ya en 2020. En cuanto a los envases, se ha destacado que desde 2010 son un 22% más ligeros. En este aspecto, la industria se enfrenta a corto plazo a las nuevas regulaciones sobre envases plásticos y las estrategias de economía circular, según ha señalado el Secretario de Estado para el Medioambiente, Hugo Morán.
Además, el presidente de la Asociación, Pelayo Benzanilla (Coca-Cola), ha hecho balance del año en términos de ventas. Así, ha destacado que el sector cerrará con estabilidad en los 4.400 Ml (+0,1%), ya que ni la climatología ni el turismo acompañaron y eso se notó especialmente en la hostelería. Por categorías, sigue aumentando el consumo de las tónicas (1%), las bebidas de té (3,7%) y las energéticas (4,6%).
Siguiendo con la tendencia de los últimos años, las bebidas bajas en calorías siguen ganando adeptos, especialmente las de naranja (+19%), limón (16,3%), tónica (12,5%) y las colas (4,2%). En conjunto, estas variedades sin calorías suponen ya el 31% de las bebidas comercializadas. En este punto, Benzanilla señaló el compromiso de la industria, que entre 2005 y 2017 ha reducido un 32% el azúcar en los refrescos, cifra que supera el compromiso europeo fijado en el 22%. Benzanilla ha recalcado que tan solo el 2,1% de las calorías que un español consume de media al día provienen de los refrescos y ha señalado que las amenazas fiscales que se revisten de medidas de salud pública no son útiles, como se ha demostrado con el impuesto catalán, que no ha logrado ningún cambio respecto al consumo.
En este sentido, desde la Asociación se afirma que el sector se está adaptando a las nuevas tendencias que demanda el consumidor, por lo que en 2018 se presentaron unas 200 novedades al mercado, incluyendo tanto nuevos productos como formatos. Destaca también el esfuerzo inversor sectorial alcanzará los 350 M€. Este sector aporta unos 3.806 M€ en valor añadido bruto a la economía española y 1.415 M€ en contribución fiscal, generando además 71.190 puestos de trabajo directos ( 9.500) e indirectos.
