La distribuidora alicantina Juan Fornés Fornés, que gestiona sus establecimientos detallistas bajo el anagrama 'masymas' y 'Fornés by masymas', finalizó el pasado ejercicio 2018 con un incremento por encima del 3% en su facturación, tras invertir 12 M€ en su tejido comercial.

De forma más concreta, el grupo concluyó el año con un crecimiento del 3,4% hasta alcanzar una facturación bruta de 295 M, según ha informado la compañía en un comunicado. En términos netos, esta cifra se situaría en unos 262 M, mientras que en 2017 sus ventas después de impuestos alcanzaron los 254,04 M.

Estos buenos resultados económicos son el resultado de la expansión comercial que la compañía viene realizando en los últimos años y que, en 2018, se concretó en la apertura de cinco nuevos establecimientos detallistas (6.719 m2) en Alicante (3, con 3.919 m2) y Valencia (2, con 2.800 m2). Estos últimos se reparten por Paterna y Sagunto, mientras que los alicantinos operan en los municipios de La Nucía (1.616 m2), Pedreguer (1.227 m2) y Rojales (1.076 m2). La apertura de los primeros centros mencionados -La Nucía y Pedreguer- supuso el descarte de otro par de locales de menor tamaño (700 m2 y 400 m2, respectivamente), que funcionaban en esas localidades. En total, el grupo se desprendió de media docena de puntos de venta en el último año (4.213 m2), incluyendo las referidas sustituciones.

En este sentido, la empresa puntualizan que estas optimizaciones del tejido comercial han sido debidas a que en los locales clausurados no era posible implantar su nuevo modelo de tienda "por falta de espacio" y que supone "importantes cambios en el diseño, con fachadas acristaladas y nuevos materiales que aumentan el atractivo y la imagen de vanguardia del establecimiento". La cadena cuenta ya con nueve establecimientos adaptados a él y tiene previsto ir consolidándolo de forma progresiva, "ya sea con las nuevas aperturas o mediante renovación de las tiendas ya existentes".

Proyectos 2019

En cuanto a sus proyectos en el ejercicio en curso, Juan Fornés tiene previsto llevar a cabo un desarrollo comercial similar al desplegado en 2018. Así, el grupo podría estrenar entre tres y cuatro nuevos puntos de venta, a los que habría que sumar otras tantas reformas.

En términos económicos, sus previsiones pasan por cerrar el año con una facturación de unos 300 M, lo que supondría un avance igual al obtenido en el pasado curso (3,4%), en cifras brutas. La plantilla, por su parte, se elevará hasta los 2.625 empleados, frente a los 2.565 con que contaba a finales de 2018.