El consumo de aguacate se ha incrementado vertiginosamente en los últimos años. Solo en Europa, según datos de la Organización Mundial del Aguacate (WAO), se ingirieron 650.000 t en 2018, un 35% y 65% más respecto a los volúmenes registrados en 2017 y 2016. Por esta razón, hay quien expresa su preocupación ante el impacto de su elevada demanda en el medio ambiente, sobre todo en cuanto al gasto de agua y la sostenibilidad. Sin embargo, los productores de este tropical están incluyendo varias innovaciones en sus cultivos y procesos para convertirlo en un alimento más respetuoso con su entorno natural.
El aguacate es una fruta que se adapta a diferentes zonas climáticas en todo el mundo. Por ejemplo, se adecúa tanto a climas tropicales (Colombia o México) como a climas áridos (Israel o Sudáfrica). En los primeros, apenas es preciso regar la planta, puesto que las precipitaciones son abundantes; mientras que los segundos utilizan sistemas inteligentes de riego como el uso de agua desalinizada. En la actualidad, debido a las mejoras constantes y avances en el cultivo, la cantidad necesaria para producir 1 kg de aguacate oscila entre los 600 y 700 l, alcanzando un ahorro que va desde 200 hasta 300 l por 1 kg.
Tal cuantía, que puede resultar significativa a simple vista, queda por debajo del promedio global de entre 15.000 y 17.000 l de agua -conforme a estudios llevados a cabo por entidades como Institution of Mechanical Engineers de Reino Unido o Water Footprint Network de Países Bajos- precisos para la obtención de 1 kg de carne de vacuno o 1 kg de chocolate. Asimismo, WAO subraya que otras frutas como el plátano (790 l para 1 kg) o la manzana (822 l para 1 kg) requieren un mayor dispendio de agua que este tropical.
Packaging y alternativas sostenibles
De igual modo, la asociación que representa a los principales productores mundiales de aguacate también se encuentra trabajando con países y compañías que exportan e importan para que adopten las instrucciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, acatando el Código Recomendado de Prácticas para el Envasado y Transporte de Frutas y Hortalizas Frescas. Estas pautas, además de garantizar que la calidad se mantenga durante el transporte y la comercialización, aseguran que los envases del aguacate se confeccionen con materiales no nocivos.
Por consiguiente, tanto en Europa como en Estados Unidos cada vez se apuesta en mayor grado por la venta a granel o envases biodegradables. Precisamente, Frutas Montosa, el mayor operador de aguacate, según el último informe sectorial elaborado por Alimarket, ha desarrollado un packaging biodegradable y biocompostable para sus aguacates. Este recipiente contiene cuatro piezas de fruta y está fabricado con un material similar al graspapier, que reduce el consumo hídrico (menos de 1 l por tonelada) y energético (-80%), aparte de prescindir del empleo de cualquier sustancia química. Otras compañías, como Biofase, están sirviéndose del hueso o semilla del aguacate para producir menaje -cucharas, tenedores y pajitas- monouso que se descompone, sin incineración, en 240 días.
La Organización Mundial del Aguacate (WAO) es una asociación internacional sin ánimo de lucro con sede en Washington D.C. dedicada a promover el consumo del aguacate. Nació en 2016 y representa a los principales productores de Estados Unidos, México, Perú, Sudáfrica, Colombia, Zimbaue, Tanzania, Mozambique y España. También engloba países operadores como Bélgica, Francia, Países Bajos, Noruega, Suecia o Reino Unido, entre otros.
