Para Javier Campo, presidente de Aecoc, la palabra que mejor define la situación actual es la de una "crisis asimétrica. Asimétrica entre países, entre sectores e incluso, dentro de España, entre las distintas comunidades autónomas". La mala noticia para España, es que viaja en el vagón de cola de la recuperación. "A finales de 2022 nuestro PIB aún será un 7% inferior al de 2019", tanto por el peso del turismo en nuestra economía como por las deficiencias en la gestión de la crisis sanitaria y el elevado endeudamiento público que soportaba el país antes de la pandemia.
En su intervención ante el 35º Congreso de Aecoc que se celebra hoy en Valencia, Javier Campo ha ofrecido una serie de medidas que pueden permitir salir de la coyuntura actual de una manera más rápida. "Hay que evitar el deterioro del tejido productivo. Al cierre de 2020, buena parte de las empresas van a a estar en una situación de insolvencia y hay que ayudar a que las empresas viables eviten la quiebra". Para ello solicita una ampliación de los ertes hasta junio de 2021, así como de la carencia para los créditos Ico en un periodo de 6 a 12 meses adicionales. Asimismo, solicita ayudas directas para las empresas viables paralizadas por la falta de actividad.
Asimismo, señala la necesidad de que se revise la ley concursal, "para que aquella parte de la actividad que no es viable desaparezca rápidamente, al tiempo que se amplíen los plazos para las empresas quebradas pero que son viables". Otras de las medidas que deberían tomar las administraciones públicas pasar por no subir los impuestos durante 2021 y por un apoyo decidido al sector horeca, que evite los cierres en favor de otras medidas como las limitaciones de horarios y aforos.
Exportaciones e inversión
Dos factores fundamentales para una recuperación más rápida serán las exportaciones y la inversión. Aunque las cifras de comercio exterior caerán en 2020 por el cierre de los países en todo el mundo, el hecho de que haya países donde las economías empiecen a recuperarse ya en 2021, debería permitir también una mejora importante de las exportaciones españolas. "Para ello es fundamental mantener la competividad de la economía española. No hay ninguna razón para incrementar los gastos laborales en estos momentos y hemos de recuperar la productividad".
Respecto a las inversiones, "lo único que crea empleo", la situación es difícil: "España está utilizando el 72% de su capacidad productiva y hay empresas que han acumulado muchas deudas para financiar sus pérdidas". Campo propone que las administraciones públicas jueguen un papel dotando de más recursos a proyectos transformadores, como el corredor mediterráneo. Asimismo, destaca la importancia que van a tener las ayudas de la Unión Europea, si bien recuerda que van a estar condicionadas a la presentación de proyectos que permitan una auténtica transformación de la economía. Y por último, señala el papel que pueden jugar aquellos sectores, como el de gran consumo, que viven una coyuntura positiva y están en condiciones de mantener sus planes de inversión.
Recuperar la confianza del consumidor
El presidente de Aecoc ha mostrado su oposición a una modificación, aunque sea parcial, de la reforma laboral, que sólo supondría más destrucción de empleo y un retraso en la salida de la crisis. "El empleo afecta a la confianza de los consumidores, que en España se ha deteriorado en los últimos meses" a diferencia de lo que ha ocurrido en países como Alemania, Italia o Francia. Javier Campo entiende que ese deterioro responde a la incertidumbre sobre el empleo y la economía, así como a la confrontación política permanente. "La clase política debería reflexionar sobre la dinámica en la que está instalada. Debería dedicarse a salvar vidas y empleos. Cuando antes lo entiendan los político, mejor para todos".
Y es que para el presidente de Aecoc, se han cometido tres grandes errores en la gestión de la pandemia. "El primero, centralizar la compra de material sanitario, cuando el ministerio no estaba preparado para asumirla, lo que llevó a que compramos mal y tarde". En segundo lugar, lamenta la falta de anticipación: "durante todo el verano hemos estado sin hacer nada. Otros países han hecho rastreos, PCR masivos, controles en los aeropuertos". El tercero ha sido la descoordinación entre el gobierno central y los ejecutivos autonómicos.
