Tras superar un ejercicio 2020 con caídas que oscilaron entre el 30% y el 50% (alcanzando incluso el 80% en casos puntuales), el sector de bebidas espirituosas encaraba 2021 con cierto optimismo, tal y como se iban levantando las restricciones que afectaban a su principal canal de ventas, la hostelería. No obstante, la ansiada recuperación se estaría viendo afectada por la enorme inestabilidad de los mercados, unida a una crisis mundial en el transporte que penaliza las importaciones y exportaciones, así como al aprovisionamiento de materias primas.

En este momento, tanto la cadena de suministro y la hostelería están aumentando su actividad “con expectativas de consumo para recuperar los niveles de 2019”. No obstante, los casos de roturas de stock que se vienen sucediendo no tienen su origen en un aumento exponencial del consumo. Así, Espirituosos España recalca que “la actual coyuntura no es consecuencia de un aumento de consumo, sino derivada de una crisis de transporte y materias primas”. Es más, añaden “aún queda mucho camino para recuperar los niveles pre-Covid, algo que en ningún caso se vislumbra alcanzar hasta 2023, y ello además dependerá del plan de recuperación de la economía, con apoyo de los fondos Next Generation”.

“Desmentimos, por tanto, de manera categórica que los incrementos de consumo inmoderados o las conductas abusivas estén detrás de esta situación, que esperamos sea coyuntural y que afecta de manera desigual a las empresas productoras y comercializadoras de bebidas espirituosas en nuestro país” insisten desde la asociación.

El encarecimiento y la limitación de las fuentes de energía, complicado por cuestiones geopolíticas y el post Brexit, que está siendo difícil de digerir especialmente en transporte y despachos en frontera, habrían tensionado gravemente el comercio internacional. Todo ello está teniendo un impacto en toda la cadena de valor necesaria para la comercialización de bebidas espirituosas, incluido el aprovisionamiento de botellas, cartones, aluminio y en las materias primas necesarias para la destilación de alcohol. Causas sobrevenidas ajenas al sector, como la crisis mundial de suministros, que estarían afectando negativamente el desempeño de un buen número de empresas, haciendo que sus líneas de producción y suministro no funcionen de forma regular.