A pesar de haber experimentado un crecimiento del 9,9% en volumen, alcanzando los 165 Ml en 2021, las bebidas espirituosas se encuentran aún un 20% por debajo de los niveles previos al Covid-19. Con estas cifras, la industria de espirituosos vislumbra un repunte tras el devastador ejercicio de 2020, pero aún no consigue alcanzar los niveles previos a la pandemia.

Esta la principal conclusión que se extrae del último Informe Socioeconómico 2021 que ha presentado Espirituosos España, la federación nacional que agrupa a productores y distribuidores del sector.

Como era previsible, en el Informe se recoge que el levantamiento de las restricciones en hostelería impactaron en el mix de canales respecto al año anterior: el canal horeca creció un 12,9%, mientras que las ventas en el canal de alimentación aumentaron en un 7,6%.

Para comprender el peso de cada canal para la industria, Espirituosos España ha apuntado que la media anual de gasto per cápita fuera del hogar en bebidas espirituosas es de 52€, mientras que en el ámbito doméstico no alcanza los 9€.

Las buenas noticias llegan de la mano del comercio exterior: las exportaciones han aumentado un 33%, alcanzando un valor de 838 M€ y superando los índices prepandemia.
Estas cifras revalidan la buena salud del sector en el ámbito internacional, especialmente si tenemos en cuenta que varios de los mercados de destino de mayor peso para la industria, como México y Filipinas, fueron algunos de los que sufrieron las limitaciones más estrictas y prolongadas a nivel global como consecuencia de la pandemia.

Las principales bebidas que España exporta siguen siendo el whisky, el brandy y licores. A nivel de la Unión Europea, nuestro país es líder en producción de licores, brandy y ron. Desde el Brexit, también lo es en ginebras y queda en segunda posición en whisky, únicamente por detrás de Irlanda.

El whisky lidera el consumo mientras que el brandy no consigue remontar en popularidad

El whisky se mantiene un año más como la categoría más consumida al acaparar un 24,5% de la cuota de mercado, registrando un crecimiento del 8,3%. Le siguen los licores, con un 21,5% de cuota de mercado y que registraron en 2021 un incremento del 12,2%. Cierra el podio la ginebra, con un 19,5% de la cuota de mercado, y que se anotó en 2021 un aumento del 12,4%.

En cuarto lugar queda el ron, con una cuota de mercado del 14,6% y un incremento del 14,5%. A continuación, el brandy, que acumula una cuota de mercado del 8,7%, sufrió un retroceso del 0,8%, siendo la única categoría que evolucionó en negativo durante el ejercicio. El anís, con una cuota de mercado del 5,7%, creció un 5,8%; mientras que el vodka, con una cuota de mercado el 4,1%, lo hizo en un 9,4%.

Para finalizar, el ponche supuso una cuota de mercado del 0,8% y registró un incremento en el consumo del 4%; mientras que el tequila, con una cuota de mercado del 0,5%, experimentó un aumento del 30%, el mayor de toda la categoría.

La incertidumbre ante las tensiones inflacionistas y el aumento de costes productivos ensombrecen las buenas expectativas del sector

El sector de bebidas espirituosas ha hecho notable sus buenas expectativas de cara a 2022 y prevé un avance en positivo de la categoría, aunque muestra prudencia frente al repunte inflacionista, el aumento de costes energéticos y de materias primas y la invasión de Ucrania, que ha tensionado especialmente la cadena de precio de los productos derivados de cereales.

En concreto, el sector ha debido asumir un aumento en los costes de las materias primas que roza el 30%. Este sobrecoste no se ha trasladado al consumidor, ha explicado Bosco Toremocha, director de Espirituosos España, porque la renta disponible ha disminuido, sobre todo entre los jóvenes. Entretanto, el vidrio ha experimentado subidas de entre el 15 y el 22%, que se suman a la escasez de materiales y a las dificultades de logística en el orden internacional, donde el precio de los contenedores se ha multiplicado por 10.

Por ello, Espirituosos España ha insistido en que una vuelta a la estabilidad es imprescindible para la recuperación total de la categoría. “Las condiciones económicas han de mantenerse estables para que el sector pueda crecer. Tras tres ejercicios de contención, las empresas necesitan ver crecer sus cuentas de resultados para volver a invertir, por lo que es necesario mantener las condiciones fiscales, sin alterar la carga impositiva ya de por sí elevada que soportan las empresas del sector”, ha señalado el director de la Federación.

La coyuntura que atraviesa el sector “requiere medidas excepcionales”, ha aseverado Torremocha. “Saber asumirlas en estos momentos será la clave para conseguir la pronta recuperación de todos los sectores afectados por esta crisis sin precedentes en nuestro país”.

A la vista de los datos, la industria tiene la vista fijada en 2023 como fecha para volver a alcanzar niveles de ventas similares a los de 2019. Para ello, insisten desde Espirituosos España, es necesario consolidar las buenas expectativas de la industria, que reclama más apoyo estatal, una mayor estabilidad socioeconómica y la ejecución efectiva de los fondos europeos NextGeneration para impulsar a las pymes del sector.

Como vectores de crecimiento, tanto fabricantes y distribuidores del sector como la Dirección General de la Industria Alimentaria, adscrita al MAPA, apuestan por jugar la carta del valor añadido y la calidad prémium frente al aumento en volumen. La clave, han detallado, está en la innovación en los puntos de venta, donde explotar el potencial de la mixología, en línea con la creciente demanda de alternativas enfocadas hacia la indulgencia y las referencias prémium del sector de espirituosos.