El mercado inmobiliario español durante 2017 aceleró su fase de recuperación en términos de demanda, inversión y precios, siendo ya el 5º ejercicio en crecimiento a un ritmo de más de un 10% anual desde 2013, pasando de un total de 300.568 a 520.000 viviendas en 2017, siendo lo más significativo la transacción de viviendas de segunda mano, que representa el 91% de las realizadas en 2017. La visión es optimista aunque el entorno de confianza está en el 6,1% sobre 10 en un marco macropolítico complejo.
El 2017 ha representado la consolidación de la recuperación del mercado inmobiliario y el mejor año desde que estalló la crisis, con un crecimiento en rentas de un 14% respecto al 2016, superando las 520.000 viviendas vendidas , con un incremento de precio en algunas grandes capitales y puntos de la costa mediterránea superior al 8%, habiéndose disparado en las propiedades de lujo, por lo que se pueden equiparar a precios de 2006 en algunos lugares de la península. Las previsiones para el 2018 son optimistas, con un incremento en las transacciones, que pueden llegar a las 600.000 viviendas y una moderación en la subida de precios que no superará el 5%, porque si no, no habremos aprendido nada de la anterior crisis.
El papel de la tecnología
La tecnología es una gran oportunidad que nos va a permitir adaptarnos a la demanda de nuestros clientes, para ello tendremos que ser muy cuidadosos a la hora de ver cómo diseñamos el acceso de la tecnología a nuestros inmuebles. Tenemos que pensar que en el mundo hay 7.200 millones de personas y una gran parte de ellas ya está conectada. La tecnología hoy ya no se puede ignorar, seguro que hoy tenemos más preguntas que respuestas, pero hemos de trabajar por aplicar y conocer con detalle estas herramientas que nos mantendrán conectados con nuestros clientes y con el mundo “ La tecnología es internacional ”, llega a todas partes, por ello hemos de tener capacidad de reacción, que nos permitirá ofrecer más servicios. Las redes sociales nos pueden ayudar a ensalzar más nuestra marca y servicios y también nos puede ayudar a vender inmuebles. El Blockchain no es una amenaza y sí una solución , debemos comprender que la tecnología nos da herramientas de gestión y eficacia. Hoy tenemos como ejemplo de aplicación de la tecnología la apertura de tiendas Amazon Go, la primera tienda inteligente sin humanos.
Dado que en el 2013 el mercado se estabilizó, pudimos asistir a una fuerte reestructuración, con ajustes de precios de hasta el 30%. Hemos podido vivir durante estos años el adelgazamiento de las entidades financieras que han pasado de 55 a 14 con una reducción del saldo hipotecario en el 2006 de 1 billón de euros a 634 MM € y con una demanda mucho más saludable que, con el Euribor al 0%, han revitalizado la concesión de financiación a particulares aunque sigue siendo dificultosa para promotores.
Hay nuevos retos para un sector que hoy se siente fuerte, aunque hay una preocupación por la inestabilidad jurídica, que demanda una fiscalidad más clara y una legislación urbanística más segura, así como una política de vivienda que mejore la accesibilidad a jóvenes y a ciudadanos con menos recursos.
El problema de la accesibilidad
El mercado inmobiliario español, tras el descalabro por la crisis reciente y pasar por una corrección histórica que significó una bajada en las transacciones, precios y tipos de interés, esperamos que haya aprendido una dolorosa lección. Por fortuna, desde el 4º trimestre de 2016 los precios y número de transacciones empezaron a recuperarse gracias al empuje de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga… y todo el arco Mediterráneo, junto a Islas Baleares y Canarias.
Esto contrasta con los precios al alza y la falta de acceso a la vivienda en países como Alemania, Suecia, Holanda o Reino Unido. Ciudades como Estocolmo, Munich, Berlín, Amsterdam, o Londres tienen un riesgo elevado de burbuja inmobiliaria, a pesar de que los países de estas grandes ciudades están acelerando sus políticas de vivienda, para ayudar a jóvenes y familias con menos recursos, pero la bonanza económica de estos países, a excepción de Reino Unido, golpeada por el Brexit, no ayuda a mitigar el problema, donde la mejora de los salarios no va en proporción a la subida de los precios . Eso requerirá en un futuro, al igual que en España, una política de vivienda, junto a una reforma fiscal que ayude a aumentar la disponibilidad de vivienda nueva o de protección oficial.
