Cuando un español nace, después de decir mamá o papá, dice "quiero ser propietario" y a la que sople un poco el viento a favor nos embarcamos. La base del boom inmobiliario del periodo 1999-2006 fue la suma de muchos factores, pero para mí hay tres especiales: Quiero ser propietario + Hay financiación a espuertas +Certidumbre económica positiva. Resultado: todo el mundo quiso comprar, todo el mundo pudo comprar, todo el mundo quería ganar dinero haciendo de inversor, todo el mundo se puso a construir, todos fuimos a la fiesta que organizamos, se generó una demanda sin igual, la oferta respondió a esa enorme demanda, pero… ¡se pasó!
De repente, la fiesta acabó y nos pilló a todos fuera de juego. Vino la mal denominada burbuja inmobiliaria, para mí fue burbuja financiera qué hizo que todo se cayera. Evidentemente lo más aparatoso fue la caída inmobiliaria, pero la crisis financiera fue exponencialmente peor. Lo inmobiliario es muy importante, pero el sistema financiero es vital.
Hemos pasado una crisis mundial brutal, y en España durante nada menos que 10 años, pero estamos saliendo bien de ella. No voy a entrar en política, dígase lo que se diga, ¿estamos mejor que hace uno o dos o tres o cuatro años? La respuesta es rotundamente: Sí. Naturalmente que aún hay cosas a mejorar, pero entonces se activan los resortes que escribía al principio… "La recuperación es falsa", "Esto se puede torcer en cualquier momento"… El sector inmobiliario crece, hay más ventas, se vuelve a construir, suben los precios, y ya estamos con lo de… "hay una nueva burbuja inmobiliaria". Es como un partido de fútbol vamos ganando 1-0 pero pensamos, ¡nos van a empatar y hasta nos van a ganar!
Diferencias con la burbuja inmobiliaria
¿Esta vez es diferente? La financiación que hay ahora es más selectiva, más racional, hay buenas hipotecas a tipo fijo que permite hacer números estables. Los promotores profesionales y especializados construyen lo que se vende, no como antaño que había que vender lo que se había construido. El perfil del comprador también ha cambiado, sigue siendo una decisión mayoritariamente emocional pero analiza más, tiene más y mejor información a su alcance y existen grandes profesionales del sector de intermediación inmobiliaria con una clara vocación de servicio transparente. Los inmobiliarios han mejorado mucho, la crisis ha sido un gran master para los que han sobrevivido, aunque lógicamente hay que trabajar con un buen agente inmobiliario. Ahora mismo hay una apertura de agencias y modelos de gestión inmobiliaria que hay que analizar bien para no elegir mal con quién vas a comprar o vender tu casa.
El mercado del alquiler también ha crecido mucho y hace de contrapeso al de venta. Aunque haya zonas en las que ambos segmentos se han disparado, suele funcionar los vasos comunicantes: no puedo vender, pues alquilo, ahora estoy de alquiler, pero puedo comprar, pues compro, y un precio incide en el otro.
Cerca de 10 millones de españoles son millennials, han nacido entre 1980-2000, y ahora acceden al mercado del alquiler y compraventa con más visión de juego, con más tecnología y fuentes de información, o ayudan a sus familiares más mayores a seleccionar con quién deben comprar o vender.
Por supuesto que vuelve la compra por inversión, pero inversión no especulativa sino de gestión y patrimonialización. Se acabó la orgía especulativa, es la era de la gestión. Siempre hay excepciones, ahora bien, esto no es Disneylandia, claro que habrán errores, pero no los del pasado.
Salvo que el cambio climático nos fastidie los próximos 100 años, España tiene una, por no decir la mejor, oferta mundial turística, asistencia médica, seguridad jurídica, seguridad policial, cultura, gastronomía, oferta lúdica e inmobiliaria. Ahora hay que saber valorarlo y venderlo. La España inmobiliaria está de moda en el mundo. Disfrutemos el momento, los próximos cuatro años son muy buenos, pero hagámoslo con un buen asesor cerca.
Hemos aprendido que en España no hay un mercado inmobiliario, hay miles de mercados inmobiliarios y hay que decidir según la zona. No vale lo general, vale lo local, lo hiperlocal, visión estatal, gestión local. Comprar o vender lo puede hacer cualquiera, comprar o vender bien ya es otra historia, para ello debemos estar convenientemente asesorados. ¡Mejor bien acompañados que solos! ¡Nos vemos en el mercado!
