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El futuro será la medición sin contacto de los consumos de agua, gas, luz o calefacción

La fase de desconfinamiento ha llegado a su fin. La crisis por la Covid-19 nos deja la imagen de un país paralizado que, tras dos meses de confinamiento, despierta lentamente para retomar la vida donde la dejó... o casi. Nadie parece poner en duda que, tras esta situación excepcional, retomar la normalidad va a ser una tarea complicada y que muchos aspectos de nuestro día a día van a cambiar con el objetivo de adaptarnos mejor a crisis futuras. Nuestra forma de salir, de relacionarnos, de trabajar, etc. va a sufrir cambios y términos como “distancia social” ocuparán un nuevo lugar en nuestro vocabulario.

El futuro será la medición sin contacto de los consumos de agua, gas, luz o calefacción

Para las empresas como la nuestra, que han tenido que realizar un importante esfuerzo para adaptarse a la nueva realidad impuesta por el coronavirus, llega un periodo de transición en el que se imponen nuevas necesidades como la adopción de medidas de seguridad y salud inusuales (uso de mascarillas), así como otros modos de operar en la distancia, como el teletrabajo o las reuniones online. Sin embargo, estoy convencido de que en nuestro sector el punto de inflexión será el tecnológico.

Pronto se terminarán las visitas del tradicional lector de contadores que entra en nuestra vivienda “hasta la cocina” –literalmente- a tomar la lectura de nuestro contador de agua, gas, luz o calefacción. El sector tendrá que saber adaptarse a las nuevas necesidades del cliente, que podría recelar de la presencia de un operario en su vivienda, y apostar por los contadores inteligentes, actualizando sus sistemas de información y sus capacidades.

En España existen cerca de 17 millones de viviendas con contador de agua y alrededor de 10 millones de viviendas con instalación de calefacción. De ellas, cerca de un millón de viviendas ya opera con sistemas de medición remoto de los consumos de agua y calefacción de nuestra compañía, que posibilitan que nadie se desplace al edificio ni tenga que tomar la lectura de los consumos en el interior de las viviendas o desde las zonas comunes del edificio. Una tecnología pionera, que llevamos instalando muchos años en España, y que ahora se ha convertido en imprescindible, ya que permite realizar la medición de consumos sin necesidad de “contacto”.

Lo más importante, sin embargo, no es la tecnología en sí, sino que gracias a ella podemos ofrecer una gran transparencia en la información al usuario final: las familias pueden consultar sus consumos diarios de agua y calefacción. Muchas viviendas tienen, por ejemplo, instalados contadores inteligentes de luz, pero esa inteligencia sólo la disfruta la compañía suministradora, no aporta nada al consumidor.

Ahora que las circunstancias nos están obligando a pasar más tiempo en el interior de nuestras viviendas y consumimos más energía en nuestros domicilios –hemos visto un incremento cercano al 20% respecto al mismo periodo del año pasado– es importante ser conscientes de todo lo que podemos hacer para ahorrar sin dejar de tener confort. Los sistemas de contabilización del gasto individual y de lectura en remoto permiten realizar un gasto consciente y responsable, ahorrando dinero, pero también optimizando los recursos.

Sin embargo, no podemos olvidar que en España todavía existe un importante número de viviendas que no disponen de herramientas para realizar esta medición de consumos de manera individualizada (y mucho menos para una lectura en remoto). Me refiero al millón y medio de hogares que mantienen su instalación de calefacción central y, por lo tanto, desconocen cuál es el consumo real de su vivienda. La aprobación del Real Decreto por el que se regula la contabilización de los consumos individuales de calefacción sería una excelente oportunidad para lograr ese ahorro y optimización de recursos de los que hablamos. De hecho, se estima un ahorro cercano a los 1.100 M€ y una reducción de las emisiones de CO2 de 1,05 Mt de CO2 anuales.

Es el momento de cambiar para adaptarnos. Esta crisis va a ser una palanca para que las empresas avancen en innovación. Creo que soluciones tecnológicas como IOT (internet de las cosas), que hasta ahora han llegado con cuentagotas a las viviendas empezarán a formar parte de nuestra realidad cotidiana muy pronto.

Por otro lado, tendremos que seguir entrando en las viviendas a hacer instalaciones, y para eso habrá, sin duda, un periodo de transición y aceptación por parte de los consumidores. Esto nos hará más fuertes y mejores, pero no será gratis, nos va a exigir un importante esfuerzo de adaptación.

Ignacio Abati, director general de Ista y presidente de Aercca (Asociación Española de Repartidores de Costes en Calefacción)



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