Hablar de eficiencia energética y certificaciones no es una moda, es un modelo de generación de valor que empieza en los fabricantes de sistemas de construcción. Es un forma de entender la actividad dentro del sector y que, tanto desde KNAUF como desde la Asociación Técnica y Empresarial del Yeso (Atedy), tenemos como bandera.
Se trata de promover el desarrollo sostenible, de cambiar las estructuras empresariales tradicionales para convertirlas en mecanismos flexibles, que fomenten la calidad y el respeto al medio ambiente de forma activa y que generen valor para la sociedad en sí misma. Algo que, si cabe, tiene ahora más relevancia que nunca y que se va a ver premiado a través del nuevo Plan de Rehabilitación de Viviendas que se enmarca dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía desarrollado por el Estado.
Es esencial y necesario, para conseguir los objetivos marcados en el Programa de Rehabilitación y Regeneración Urbana de rehabilitar 500.000 viviendas en tres años, eliminar burocracia y establecer ayudas directas con ventajas fiscales. Éste es un reto posible de alcanzar si existen herramientas para simplificar la vida de los ciudadanos, con ayudas accesibles que eliminen pasos intermedios y la duplicidad de solicitudes en diferentes entidades, o la posibilidad de que existan intervenciones individuales y que las propias ayudas sean directas o desgravables fiscalmente. Aspectos que podrían lograrse, por ejemplo, a través de la transferencia de fondos a las Comunidades Autónomas, la creación de oficinas municipales de información y tramitación o la labor de los agentes de rehabilitación. Si caminamos en esta dirección situaremos a España en el mismo sendero por el que ya transcurren los principales países europeos y que ayudarían a alcanzar el objetivo de la Administración de multiplicar por 10 la tasa de rehabilitación, que actualmente se sitúa en nuestro país en el 0,15% cuando la media europea supera el 1%.
Asimismo, algunas iniciativas para la rehabilitación, como la cobertura del 100% de la misma o que se permitan rehabilitaciones individuales y parciales en las comunidades de propietarios, son medidas que irían en el camino correcto.
Está claro que el nuevo Plan de Rehabilitación se ha marcado unos hitos relevantes que pretenden, también, incidir en la creación de más de 180.000 empleos cualificados y de largo plazo; en un sector, además, en el que empiezan a aflorar los problemas de la mano de obra cualificada y la inestabilidad por la crisis que arrastramos desde hace más de 10 años. Y es, por todo ello, en este contexto complejo y poliédrico, dónde la rapidez de todas estas medidas será esencial para conseguir un impacto directo en la reactivación de la economía consiguiendo, a su vez, un cambio de mentalidad en cuanto a eficiencia energética se refiere, acelerando la transformación y modernización del sector de la construcción e inmobiliario.
