En los últimos dos años la palabra “reconstrucción” ha dominado los discursos económicos, políticos y sociales. Buscamos salir de la crisis de la mejor forma posible y eso requiere repensar las bases de nuestro sistema para hacerlo más resiliente a posibles disrupciones como la que hemos vivido con la Covid-19. En este sentido, los expertos coinciden en que no hay cimiento más sólido que la sostenibilidad. Un concepto que ya ha calado en los sectores empresariales, incluido el de la construcción y la ingeniería civil.

Ésta es la base de aquellos impactantes edificios que recolectan el agua de lluvia para utilizarla en un sistema propio de refrigeración, de las placas solares en los tejados de las viviendas que les proveen de energía eléctrica o de los sistemas de iluminación inteligentes que se activan al paso de los viandantes. Innovaciones intrínsecas a un nuevo concepto del sector de construcción y de ingeniería civil, que pone el foco en las ciudades inteligentes, basadas en la innovación, la economía circular y en la integración de nuevas tecnologías. En definitiva, un sector comprometido con la construcción de un futuro sostenible.

Las cifras hablan por sí solas: según nuestra última publicación “ODS Año 6. La Agenda 2030 desde un enfoque sectorial”, el 86% de las entidades del sector consultadas trabajan sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Hace unos años ni si quiera se planteaba el impacto de los edificios sobre el medioambiente o simplemente no existían políticas de integración de colectivos subrepresentados en el sector. Ahora estamos viviendo un cambio total de paradigma en las empresas de la construcción y la ingeniería civil, de las que ya una gran parte está poniendo el foco en estos y otros asuntos de gran relevancia en el desarrollo sostenible.

En concreto, éstas se mueven principalmente en cuatro áreas: la salud y bienestar (ODS 3), la acción por el clima (ODS 13), la industria, innovación e infraestructuras (ODS 9) y la igualdad de género (ODS 5). Respecto al primero, recordemos que la salud y seguridad laboral de las plantillas del sector es un ámbito de mejora y a su vez un importante reto a abordar. Entre 2020 y 2021, la construcción figuró como la actividad con mayor siniestralidad, alcanzando un total de 5.610 accidentes laborales entre los trabajadores y trabajadoras del sector afiliados a la seguridad social. Esto es un claro ejemplo de que la sostenibilidad no sólo trata el cuidado del planeta, sino también el de la economía y, por supuesto, de la sociedad.

Como bien dice el lema de la Agenda 2030, el objetivo es “no dejar a nadie atrás” y ello conlleva poner el foco en los impactos que tiene el sector sobre las personas. En este sentido, es importante destacar otro de los ODS prioritarios que responden a esta misión, el ODS 5. Y es que en el ámbito de la igualdad de género se encuentra otro de los mayores desafíos del sector: la representación de las mujeres en las compañías de construcción e ingeniería civil. Por ello, el hecho de que las empresas estén dirigiendo esfuerzos hacia la conversión a un sector más igualitario es una muy buena noticia.

Otros ámbitos que no se sitúan entre los ODS más reportados por estas empresas pero que están muy presentes en las agendas del sector son la eficiencia energética y la utilización de fuentes de energía limpia (ODS 7), así como la integración de medidas de economía circular (ODS 12). No debemos obviar que este sector presenta una de las tasas de consumo de recursos y generación de residuos más altas. Concretamente, los residuos de construcción y demolición (RCDs) suponen un tercio de los residuos totales generados por la Unión Europea. Estos ámbitos son, además, dos de los ejes principales de las transformaciones para el sector propuestas en el Plan de Recuperación, Transformación y

Resiliencia del gobierno de España, que prevé asignar 6.802 M€ a rehabilitación de vivienda y regeneración urbana. Hay quee destacar en este aspecto que ya hay muchas empresas actuando para cumplir estos preceptos. De hecho, no tenemos que salir de España para admirar la grandeza del edificio que el U.S. Green Building Council ha denominado el más sostenible del mundo: el Platinum BCN, en Barcelona. Entre sus características sostenibles sobresalen el ahorro de energía, el modelo de reutilización de aguas grises y aguas pluviales y el respeto a los entornos. Éste es un ejemplo de cómo incorporar la sostenibilidad en el sector y también un reflejo de cómo serán las ciudades del mañana.

Desde mi posición como directora general del Pacto Mundial de Naciones Unidas España, la mayor iniciativa de sostenibilidad empresarial del mundo, hago un llamamiento a todas las empresas del sector para que sigan el ejemplo y, además, trabajen unidas en este proyecto de futuro. Entidades de la construcción y la ingeniería civil, es el momento de ponerse a trabajar y generar alianzas con vuestras entidades colegas. Reflexionad sobre vuestro impacto, buscad sinergias, apostad por la innovación conjunta y compartid vuestro conocimiento sobre los ODS con el 16% de las empresas que no han oído hablar del marco. Esto no sólo os permitirá abordar los grandes desafíos que propone la Agenda 2030, sino que también os traerá grandes oportunidades de crecimiento.

Retomando lo que he dicho al inicio, el nuevo pilar del sector es la sostenibilidad y, a partir de ahora, debemos reconstruir el mundo en base a esto. Es decir, sobre los cimientos de la Agenda 2030 y los Diez Principios del Pacto Mundial.

Cristina Sánchez, directora ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas España