La tragedia de Notre Dame ha hecho que la sociedad vuelva a poner el foco en la seguridad del patrimonio. El año pasado fue el año europeo del patrimonio cultural y esta misma semana  se ha celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid un Simposio Científico Internacional sobre Seguridad en el Patrimonio organizado por la Fundación Ekaba. Los mayores expertos en el tema concluyeron tres días de debate aprobando una declaración, la Declaración del Círculo, que aspira a ser una guía viva capaz de fijar criterios que mejoren la seguridad del patrimonio cultural, un legado compartido que debe ser preservado como uno de los derechos humanos para ser disfrutado por toda la sociedad.

La Declaración del Círculo tiene como objetivo que los ciudadanos disfruten con seguridad del patrimonio, incide en la necesidad de mejorar la seguridad para evitar daños a personas y bienes e insiste en que toda actuación sobre un bien cultural es una oportunidad para mejorar su seguridad más allá de lo que exijan las distintas normativas. Los expertos apuestan además por la formación y la participación de la sociedad en la protección del patrimonio, por la gestión planificada de los riesgos, y recuerdan que la prevención es una de las claves para evitar el expolio o el impacto de catástrofes.

El documento ve necesario garantizar la accesibilidad segura al patrimonio cultural, pero ese acceso debe ser compatible siempre con su conservación, para lo cual es necesario disponer de soluciones adecuadas en cuanto a señalética, medidas alternativas que permitan una accesibilidad sustitutoria, etc. La seguridad y la habitabilidad del patrimonio material también preocupa a los expertos, que insisten en fijar medidas de detección, alarma y evacuación segura en los bienes culturales. Del mismo modo, la Declaración del Círculo recuerda la necesidad de trabajar en los planes de prevención de riesgos de un modo adecuado a las características de cada bien y la importancia de contar con planes de mantenimiento y seguridad que permitan además mejorar la situación en cada intervención que se realice.

El presidente de Kalam e impulsor del Simposio, Ramón Mayo, ha recordado en el evento que “los monumentos tienen hoy día un uso muy distinto de aquel para el que se diseñaron y la presión del turismo, sin una adaptación normativa adecuada en cuanto a accesibilidad, iluminación, señalética, etc. exige más atención y una puesta al día para la seguridad. En estos 20 últimos años se ha hecho un gran esfuerzo por poner en valor el Patrimonio Cultural. Nos hemos ocupado de hacerlos accesibles. Ahora debemos analizar lo que está ocurriendo para hacerlos también más seguros”.

El estado de la seguridad de los Bienes de Interés Cultural en España

El Simposio Científico Internacional sobre Seguridad en el Patrimonio comenzó el 7 de mayo con la presentación de un informe sobre el estado de la seguridad en el patrimonio español (ver archivo adjunto). El estudio, encargado por la Fundación Ekaba a la Universidad Politécnica de Madrid, refleja que las condiciones de seguridad y accesibilidad de nuestros bienes patrimoniales son mejorables y que es necesario reflexionar, a todos los niveles, sobre las políticas que se están llevando a cabo en España en los últimos años respecto a la protección del Patrimonio Histórico.

“Aquel castillo que se levantó en su día para un uso militar no se había diseñado para los turistas del siglo XXI, siempre con su teléfono móvil y hábitos tan peligrosos como pueden llegar a ser los selfies. Tal vez deberíamos pedir, entre otras medidas, que se limiten los circuitos en ciertos monumentos, que se acordonen más a menudo los pasos de los visitantes. Para disfrutar del patrimonio no hay por qué forzar el acceso a todos sus rincones”, ha asegurado el impulsor del simposio.

Para la celebración del simposio se crearon los comités científico e institucional conformados por profesionales de reconocido prestigio e instituciones del mundo del patrimonio, así como por el equipo interdisciplinar de Kalam que lleva trabajando durante años en este proyecto, que ha contado con el apoyo del Ministerio de Fomento y la empresa de publicidad Ginsa.