Correos quiere subirse al carro del reparto frigorífico, un sector en el que el grupo estatal hasta ahora no está presente. De momento, pocos detalles más sobre este proyecto salvo que se pondrá en marcha a principios del próximo año y que irá dirigido al reparto de productos perecederos. El anuncio corrió a cargo de Juan Manuel Serrano, presidente del grupo, en su intervención durante unas jornadas sobre movilidad, en las que además del futuro lanzamiento de Correos Frío también comentó otras mejoras en las que Correos está trabajando para implementar en su operativa dentro de la denominada última milla.

Así, por lo que se refiere a la sostenibilidad, la compañía acaba de incorporar 220 furgonetas y 600 motos eléctricas, lo que eleva su flota limpia total a más de 2.000 unidades. Además, también está haciendo pruebas de uso de vehículos alternativos para determinadas zonas, como es el caso de monopatines, y ya estudia nuevas fórmulas como la de evolucionar el carrito tradicional a un modelo eléctrico para facilitar la entrega de paquetes en las ciudades.

La digitalización y la hiperconectividad son otros de los temas que se abordaron durante la conversación: "Son aspectos esenciales para cualquier compañía que esté en el sector de la última milla. Todo se puede conectar, la duda es hasta dónde va a llegar", señaló Serrano. "Todos los clientes podrán tener localizado su paquete en todo momento, gracias a la hiperconectividad". Con respecto a la situación de las cuentas de Correos, Serrano admitió que es complicada, pues han dejado de gestionar 560 M de cartas -un 24% de su negocio- y ha registrado una caída en la parte postal del 11%. "Se trata de un tema difícil de remontar, pero la empresa va a tratar de solventarlo a través de la diversificación del negocio".