Grupo Uvesco ha puesto en circulación un camión 100% eléctrico y otro híbrido enchufable de Scania. Ambos han sido probados en la planta logística de Irún para los servicios diarios a las tiendas de Gipuzkoa, Álava y Navarra con el objetivo de investigar nuevas formas de movilidad y valorar el funcionamiento y las ventajas de la logística sostenible.
El camión 100% eléctrico, según Scania, cuenta con un motor eléctrico alimentado con hasta nueve baterías que permiten una autonomía de hasta 180 km de desplazamiento, y se ha utilizado en recorridos cortos de unos 50 km alrededor de la base. Al ser alimentado solamente con energía eléctrica todos los desplazamientos son 100% libres de emisiones de CO2.
Por su parte, el vehículo híbrido permite el uso de combustión para realizar recorridos más largos y el uso solo eléctrico para repartos en espacios urbanos e interior de las ciudades, al permitir una autonomía de 50 km en modo eléctrico. Este tipo de vehículo tiene una reducción de consumo de 10 litros de combustible en 100 km, y una reducción del 50% de emisiones C02.
Además, en ambos casos el consumo eléctrico es doblemente limpio, ya que no solo se eliminan las emisiones de CO2 generadas por el combustible, sino que también impacta en reducir la huella de carbono por el consumo eléctrico, ya que toda la energía eléctrica de las recargas que se realizan en Uvesco proviene de fuentes renovables y limpias. Esto se debe al acuerdo PPA (Power Purchase Agreement) que mantiene que, unido a las medidas de eficiencia energética para ahorro en el consumo en centrales y supermercados, le ha llevado a dejar de emitir 15.300 t de C02 al año, contribuyendo a la estrategia de descarbonización de la economía.
En este ámbito, el último año Uvesco obtuvo la tercera estrella Lean & Green, distintivo otorgado por AECOC, que acredita una reducción del 38% de las emisiones de CO2 en los procesos logísticos en 2018-20. Para lograr este reconocimiento Uvesco llevó a cabo la renovación del 51% de la flota de transporte a vehículos Euro VI, que reducen los impactos en consumo y emisión de CO2, la optimización de las rutas logísticas y la introducción de vehículos eléctricos en el transporte a domicilio, que suponen el 35% de la flota.
