¿De qué hablamos cuando nos referimos a la innovación? ¿qué retos plantea? y ¿qué oportunidades brinda a nuestro momento actual? Son algunas de las preguntas planteadas en la presentación de Feeling Innovation, un proyecto liderado por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) y presentado en la sede del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. El acto, presidido por el Secretario General de Industria, Raúl Blanco, tuvo como principales protagonistas también a Verónica Fisas, presidenta de Stanpa, a Cristina Garmendia, presidenta de Cotec -fundación para promover la innovación como motor de desarrollo económico y social- y Ministra de Innovación y Ciencia entre 2008 y 2011, y a Val Díez, directora general de Stanpa.

La relevancia de la innovación en el sector de la perfumería y cosmética y la necesidad de crear vínculos entre las empresas y la sociedad han desembocado en este nuevo proyecto Feeling Innovation, con el que se pretende seguir impulsando la creatividad dentro de esta industria. “En Stanpa, creemos firmemente que la innovación es el motor del progreso. Y es la generación de valor lo que mueve a las más de 400 empresas y organizaciones a las que Stanpa representa”, afirmó Verónica Fisas. En su exposición, destacó la “gran vocación internacional” de estas empresas que están presentes en más de 150 países. “Estamos entre los 10 mayores países exportadores de perfumería y cosmética a nivel mundial, siendo el segundo país exportador en perfumes”, apoyando su discurso con datos: “En 2018, las exportaciones crecieron un 10%, situándonos por encima de sectores emblemáticos como el vino, el calzado o el aceite. Somos el quinto país de la UE en volumen del sector, con un crecimiento en 2018 del 2% y un volumen de 7.000 M€”.

Fisas puso el acento también en la transformación digital para continuar siendo músculo de la innovación. “Con todo ello, contribuimos a crear marca España, exportando no sólo calidad a través de nuestras reconocidas materias primas, sino con nuestros procesos cada vez más avanzados y respetuosos con el medioambiente”.

Destacó en su discurso dos principios importantes. Por un lado, la velocidad: “uno de cada tres productos lanzados por las empresas del sector han sido formulados o reformulados en los dos últimos años”. Y el talento: “nuestro sector supone una oportunidad en este ámbito, ya que el 21% de los profesionales ya son químicos, farmacéuticos, ingenieros o biólogos”.

En este contexto, Fisas anunció la creación, desde la asociación que ella preside, de un Comité Asesor en Innovación, “que reúne a perfiles de relevancia ajenos a nuestro sector y que tienen mucho que aportar. Con ello, buscamos avanzar en nuestro objetivo de impactar en tres ámbitos: el bienestar de las personas, la sostenibilidad de nuestro entorno y el impulso de la diversidad como motor que nos enriquece”.

La innovación, una tarea conjunta

Una nueva forma de entender la innovación y la necesidad de crear vínculos entre empresas públicas y privadas, así como con el resto de la sociedad, centró gran parte de la intervención de Cristina Garmendia, que quiso llamar la atención sobre la importancia de entender el nuevo concepto de innovación. “En Cotec, entendemos como innovación todo cambio basado en el conocimiento que genera valor. Tiene que haber cambio, conocimiento y valor”. Esta manera más amplia de comprender su significado lleva a poder trabajar de otra manera. Para crecer rápido, tenemos que crecer juntos. Exige compartir alianzas y retos”.

En línea con el impacto de la innovación en esta industria, Val Díez reconoció que “es un sector muy conocido por los productos que usamos cada día y muchas veces ha quedado en un segundo plano nuestra potencia creadora, como industria, que es la base de la innovación. Porque si no tienes suficiente talento o capacidad de inversión, no puedes estar ahí”.

Además, tiene un reto añadido al combinar dos elementos: belleza y salud. “Esto nos sitúa de manera distinta en el mundo de la innovación, ya que exige dinamismo -para dar respuesta a lo que demanda la sociedad- y rigor en el cumplimiento de garantías”.

Perfumería, el sector que más invierte

Esta forma de trabajar ha situado a la indutria del perfume y la cosmética a la vanguardia en innovación. “Llevamos más de dos décadas investigando con tecnologías muy avanzadas”, añade Díez. “Desde 2004, está prohibida la investigación con animales. Para nosotros no es una novedad. En todas las empresas hay sistemas alternativos: cultivos celulares, modelos matemáticos...”. De nuevo, las cifras sirvieron para apoyar estos argumentos: “Invertimos en innovación en torno al 3,4% y 5% de la facturación. Esto nos convierte seguramente en el sector de gran consumo que más invierte en I+D”. Según datos del INE, la automoción invierte el 2,2%; la química lo hace en un 1,1% y la alimentación en el 0,5%.

El encuentro sirvió para hablar de un cambio también en el flujo de inversión al que hizo referencia Garmendia: “La inversión ha pasado de ser eminentemente tangible, en equipos e inmuebles, a ser la inversión en intangibles, que son la marca, la I+D, la formación de las personas; lo que realmente importa”.

Díez apoyó esta idea destacando el compromiso de Feeling Innovation de compartir el conocimiento interno entre las empresas y con la sociedad para crear ese efecto multiplicador. “En las más de 10.000 patentes que el sector cosmético ha hecho en el mundo en 2018, 2.453 han sido en Europa y 881 patentes han sido publicadas en España. La oficina de patentes y marcas nos sitúa como el primer país en publicación de patentes del sector cosmético, lo que avala nuestro compromiso con la innovación”.

Los motores de la innovación

A veces, dijo Díez, se ha confundido el dinamismo del sector con los lanzamientos. Estos están ahí, pero “estamos en otra dimensión”. Y en ese análisis hemos definido cuáles son los tres motores de la innovación: el bienestar, “porque la piel es nuestro órgano de protección y nos tiene que durar toda la vida, pero además existen otros elementos del ser emocional que es el ser humano y que demanda una vida más larga y en calidad”. La diversidad, para dar respuesta a diferentes gustos culturales, razas, cultura vegana, etc. Y sostenibilidad, porque ya no basta con el mero desarrollo, hace falta que sea respetuoso con el entorno en el que vivimos.

En la clausura del evento, Raúl Blanco destacó la capacidad de la industria cosmética de conectar con la realidad social, dando respuesta a un mundo de “transformación tecnológica y revolución industrial, transición ecológica y cambios en el estilo de vida, asociado muy claramente al bienestar”.