Beiersdorf se ha convertido en el segundo mayor accionista de la empresa surcoreana Lycl. Se trata de una start-up tecnológica especializada en cuidado de la piel, con sede en Seúl. Tal como ha apuntado la multinacional alemana, esta inversión encaja, dentro del programa "C.A.R.E.+" que está desarrollando, con la estrategia de ganar en el mercado de tratamiento y poner la atención en el consumidor a través de la digitalización. Además, "fortalece la huella de Beiersdorf en Corea y la región asiática".

En palabras de Dessi Temperley, directora financiera de la compañía, "vemos un gran potencial en el disruptivo modelo de negocio de Lycl y su alto grado de conexión digital con el consumidor". La start-up cuenta con dos plataformas de belleza con las que tiene acceso a más de 1,2 M de clientes, y ha implementado un proceso de innovación basado en big data para desarrollar y comercializar productos de cuidado de la piel bajo la marca "unpa.Cosmetics".

Esta adquisición también es una cuestión de concepto para Beiersdorf: la compañía anunció hace un año el lanzamiento de una aceleradora en Corea del Sur, Nivea Accelerator, como parte de su actividad de inversión en start-ups y emprendedores. Como base, "la creencia de que el ecosistema coreano es pionero en relación a las tendencias de belleza y tecnología". Tras la creación del hub y el proceso de selección, en abril seleccionó cinco start-ups (entre ellas la ahora participada) de las áreas de tecnología de belleza, e-commerce y marcas "indie".