La papelera Kimberly-Clark se ha marcado un modesto objetivo de ventas para el año 2020. En concreto habla de un aumento del 1%, lo que supondría superar los 18.600 M$, y un crecimiento del beneficio operativo de entre el 3% y el 5%. Para alcanzarlo, entran en juego factores como el incremento de la comercialización de producto; la reducción del gasto; las desinversiones realizadas desde 2018, y que se ajustan al Programa de Reestructuración que empezó a implementar en 2019 y que tiene vigencia hasta 2022; la conversión de las divisas... "Somos optimistas en cuanto a las oportunidades que tenemos de generar un crecimiento equilibrado y sostenible, a la vez que creamos valor a los accionistas", explica Mike Hsu, presidente y director ejecutivo de Kimberly-Clark.

En cuanto al cierre del ejercicio 2019, la multinacional mejoró sus previsiones iniciales, que estimaban una disminución de las ventas entre el 1% y 2%. Finalmente logró mantener la facturación en 18.500 M$, mientras que las ventas orgánicas crecieron un 4%. En palabras de Mike Hsu, en 2019 “lanzamos innovaciones, perseguimos nuestras prioridades de crecimiento y aumentamos la inversión en nuestras marcas y en su posicionamiento para lograr el éxito a largo plazo”. Continuó diciendo que estaba alentado por el progreso de la compañía en el primer año de ejecución del Programa Estratégico 2022. “Mirando al futuro, nuestro plan para 2020 es lograr un crecimiento acorde con nuestros objetivos financieros a medio plazo, mientras continuamos aumentando la inversión para crecer y repartir dividendos a los accionistas”.

¿Y cómo está siendo la evolución de la compañía en los distintos mercados? En Norteamérica las ventas orgánicas aumentaron un 3% tanto en la división de consumo como en la profesional. Fuera de este área, el crecimiento ascendió al 6% en los mercados emergentes y en desarrollo, mientras que en los mercados más desarrollados solo alcanzó el 1%. Así, el beneficio operativo en conjunto ascendió a los 2.991 M, un 34% más respecto al dato del ejercicio anterior.

Para lograr su crecimiento futuro, la compañía presentó en enero de 2018 el KC Strategy 2022, que abordaba una importante reestructuración del grupo para reducir los costes estructurales de la compañía y mejorar su flexibilidad para invertir en sus marcas. Reconoce que espera que este programa genere ahorros anuales en costes de unos 500 o 550 M$ para finales de 2021. Como parte de este plan, Kimberly-Clark espera salir o deshacerse de algunos negocios con bajo margen, y que aportarían el 1% de las ventas netas de la multinacional. Para implementar el programa, estima que incurra en cargos de entre 1.700 y 1.900 M$ para finales de 2020. Hasta el momento, la cifra se situó en los 1.402 M, y se generó un ahorró de 300 M.