¿Seguimos comprando artículos de limpieza para el hogar y cuidado para la ropa como lo hicimos durante los años de la pandemia? ¿hemos regresado a los hábitos anteriores al estallido del Covid-19?

Un estudio elaborado por kantar revela que hoy, nuevas costumbres, intereses y necesidades socioeconómicas trazan un nuevo perfil.

En concreto, el análisis de esta consultora afirma que la droguería, que ha contribuido este año a un 0,4% del crecimiento del total de Gran Consumo, ha conseguido mantenerse estable en 2022 y ha empezado a recuperar los hábitos de compra previos a la pandemia.

“Si tomamos como referencia los dos años de Covid -dicen- los consumidores han reducido su frecuencia de compra en droguería a 28 ocasiones por año, realizando un ticket medio de 5,56 € por compra −ambas cifras muy similares a las obtenidas en 2019”.

En cuanto a la afectación que ha tenido la inflación en el sector, “esta se ha situado en el 5,1% en lo que va de año, por debajo del promedio de productos de Gran Consumo, que ha alcanzado el 6,4% de enero a septiembre de 2022”, añaden.

Pese a este contexto de estabilidad, la consultora advierte sobre algunas diferencias entre categorías. “Mientras que los productos desechables del sector droguería han conseguido crecer hasta septiembre un 7,1%, los destinados al cuidado del hogar han perdido un -5,9% de facturación”.

Cuidado de la ropa se mantiene estable, afirman, aunque ha bajado ligeramente (-0,3%). Desde Kantar señalan que han sufrido una serie de cambios provocados por variaciones en los hábitos de los consumidores. “Estos cambios de hábitos se han trasladado al tipo de productos que compramos. En el último año, hemos dedicado un menor gasto a los detergentes, que, a junio de 2022, habían caído en valor un -14,6% versus 2019. Este ahorro lo hemos compensado con los suavizantes, aunque también han sufrido una bajada del -2,3%”.

El ahorro no frena el interés por la innovación

Expertos de la consultora achacan esto último al valor que la innovación tiene para el consumidor. Y es que, a pesar de que en tiempos de incertidumbre los hogares intentan ahorrar prescindiendo de algunos productos, como pueden ser los suavizantes, “complementos como los potenciadores de fragancia han aumentado su penetración en un 8,5%”.

Una disminución en la compra de detergente va de la mano -afirman- de una reducción en el número de lavadoras que se ponen −"en promedio, tres por semana−, lo que está afectando negativamente a la categoría". La subida de la factura de la luz y una mayor capacidad de la lavadora ("el 37% de los hogares tiene ahora una lavadora de mayor carga, de entre 8 y 9 k, y el 4% incluso de 10 k o más”) han influido en estos cambios.

“En la necesidad de contener los gastos, concentramos las coladas en franjas horarias económicas y usamos programas de ahorro a baja temperatura empleando, básicamente, detergente y suavizante”, apunta Sara Rodríguez, Client Director en Kantar, división Worldpanel.

Por categorías, los lavavajillas a máquina y limpiadores son las que más están sufriendo. El primero, afirman desde la consultora, se está viendo perjudicado por la recuperación del consumo en horeca, "pues pasamos menos tiempo en casa y fregamos menos, así como por el incremento de la factura de la luz, ya que reducimos el número de lavavajillas que ponemos, lo que explica un cierto trasvase hacia fregar los platos a mano”.

Además, se aprecia un mayor interés por simplificar las rutinas de limpieza y ahorrar en el uso de productos, “impulsando el uso de lejía y productos multiusos −estos últimos concentran el 40,8% de cuota−, así como a través de la marca blanca, que consigue una penetración 5,5 puntos por encima (83,9%) de la de fabricante”.

Precisamente, el estudio concluye que la marca blanca está ganando terreno en los limpiadores de cocina y baño −los territorios con mayor frecuencia en actos de limpieza−, lo que está devaluando ambas categorías.