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España sufre la mayor caída en Europa en expectativas económicas

España sufre la mayor caída en Europa en expectativas económicas

Después de liderar las expectativas económicas en Europa durante todo 2015, España experimenta la mayor caída (-29 puntos) desde diciembre del pasado año a marzo de 2016, entre los 15 países analizados por GfK en el estudio Clima de Consumo Europeo . A pesar de esta bajada, sigue a la cabeza de este indicador sólo a un punto de República Checa y Polonia, ambos líderes con 23 puntos.

Aunque el indicador ha descendido desde los 51 puntos registrados al cierre de 2015, hasta los 22 a finales de marzo, sigue siendo una puntuación positiva que muestra la confianza de los españoles en el futuro económico del país, aunque corregida a la baja por el entorno local e internacional.

Otro dato que llama la atención es la estabilidad en las expectativas de consumo, sobre todo, teniendo en cuenta la caída en las previsiones económicas. España ha conservado su comportamiento del último año y se mantiene en números negativos y cercanos a cero. En esta ocasión el indicador de previsiones de gasto muestra -9 puntos, sólo uno menos que los -8 con los que se cerró 2015. El índice de consumo de España se encuentra entre los más bajos de la región, junto con Portugal (-24) y Grecia (-38).

Aunque los números negativos indican que los hogares españoles aún no pueden permitirse gastos de importancia, más allá de los cotidianos, es notable la independencia que ha mostrado este indicador frente al de expectativas económicas. En el pasado, ambos fluctuaban de manera similar: si uno bajaba, el otro también lo hacía. Es la primera vez desde 2008 en que no se observa el mismo comportamiento, ya que las expectativas económicas han mostrado una caída importante, mientras que las de gasto se han mantenido en negativo, pero estables.

Otra de las particularidades analizadas por GfK es la brecha entre las percepciones de los españoles con respecto a la economía del país, frente a la de sus propios hogares. Durante los últimos trimestres de 2015, la diferencia entre las expectativas económicas y las de consumo no hizo más que ampliarse hasta alcanzar los 59 puntos de distancia a finales del pasado año. Un abismo si consideramos que los indicadores pueden tomar, en teoría, valores entre -100 y +100.

El primer trimestre de 2016 muestra, por primera vez en meses, un recorte de 28 puntos en la distancia entre ambos, hasta situarse en 31 puntos. Esta paradoja entre lo macro y lo micro, señala la confianza en el país y sus posibilidades, pero al mismo tiempo indica que la austeridad se mantendrá a corto plazo.

En cuanto a las expectativas de ingresos, los entrevistados en España se muestran menos confiados con respecto a los recursos que se recibirán en sus hogares a corto plazo. Este indicador también cayó entre el último trimestre de 2015 y el primero de 2016, desde los 31 puntos hasta los 15. Aunque sigue manteniéndose en el rango de los números positivos, una señal importante y alentadora, ya que no refleja el desaliento de años anteriores, sino más bien una corrección ante la situación de incertidumbre actual.

Caída generalizada en las expectativas en Europa

El entorno económico y social que está viviendo Europa en los últimos meses, marcado por la guerra en Siria, la crisis de los refugiados, la posible salida de Gran Bretaña de la UE, ataques terroristas y la continuada recesión en muchos de los países de la región, está debilitando las previsiones de los consumidores, en especial las expectativas económicas y de ingresos.

Junto con España, este primer trimestre arroja caídas en las expectativas económicas de otros 12 países. Las más notables se producen en Holanda que desciende desde los 24 puntos a -4 e Italia que baja 20 puntos y se hunde en valores negativos: de -4 a -24 puntos. Sólo Bulgaria y Polonia muestran un ligero comportamiento al alza de uno y dos puntos, respectivamente.

Respecto a las expectativas de ingresos, de los 15 países analizados, se observan caídas en 11 de ellos. Lideran la zona, República Checa con 52 puntos y Alemania con 51, aunque el primero ha caído levemente 5 puntos y el país germano se ha mantenido en el mismo valor desde el pasado año.

Finalmente, en relación con las expectativas de gasto, Alemania con 50 puntos, Italia y República Checa, con 26, y Bélgica, con 24 puntos continúan al frente de este indicador en la región. La independencia que está mostrando este indicador frente a las expectativas económicas y de ingresos no es un fenómeno exclusivamente español: vemos cómo a pesar de las caídas descritas antes, en el caso de la propensión al gasto sólo bajan 4 países y 11 muestran subidas, leves ciertamente, ya que no superan los 12 puntos, pero subidas al fin y al cabo. ¿El consumidor percibe que el origen de la inestabilidad no es netamente económica y por ello espera las primeras señales para mejorar de nuevo sus apreciaciones? Desde GfK se le hará un especial seguimiento a esta realidad en los próximos trimestres.



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