José Ferrer, presidente de honor del grupo Freixenet y, junto a su familia, accionista mayoritario (con un 42% del capital), habría presentado una oferta de compra en firme para hacerse con el 51% del capital de la compañía, según ha publicado La Vanguardia.

El patriarca de la familia fundadora, de 91 años, habría valorado el grupo en 450 M€, por lo que su oferta es de 230 M€, ligeramente por debajo de la valoración realizada por el grupo alemán Henkell. José Ferrer ha presentado su oferta por escrito al resto de los accionistas, comprometiéndose a formalizar la compra en un documento privado antes de que acabe el mes, y pagaría ahora parte del precio en concepto de arras, comprometiéndose a formalizar la operación y completar el pago antes del próximo 31 de junio.

Si la familia Hevia (que controla el 29% del capital) y dos de los hermanos Bonet partidarios de vender sus acciones (otro 15%) aceptasen esta oferta, por un lado se lograría el objetivo principal tanto de los Ferrer como de José Luis Bonet (presidente de la compañía) y su hermana Pilar de mantener el grupo en manos de la familia catalana.

No obstante, la banca (parece que encabezada por el banco Santander) exigiría una reducción de la deuda de Freixenet, que se conseguiría dando entrada a un socio minoritario. Este podría ser Henkell, con quien el grupo catalán tendría algunas interesantes sinergias comerciales, siempre que el alemán quiera ejercer ese papel, dado que su oferta inicial estaba condicionada a controlar un porcentaje mayoritario.

Otra de las exigencias para que la banca financie la operación pasa por la profesionalización de la gestión, incluyendo el recortede costes y el impulso de la red comercial. Actualmente la dirección está en manos de Pedro Ferrer, hijo de José Ferrer, como consejero delegado.