CNA Group, propietario de Edesa Industrial, desveló el pasado jueves a los trabajadores de la filial las principales líneas de acción del que considera su plan de viabilidad para la compañía tras la presentación hace unas semanas de preconcurso. En líneas generales, la compañía contemplaría el cierre de la planta de Garagarza, en la localidad de Mondragón, y el refuerzo de las instalaciones de Basauri para centrarse en la producción de termos eléctricos, calentadores y ollas, esta última actividad se mantendría inicialmente en Escoriaza (Guipúzcoa) aunque también se vería afectada por ajustes. De un modo implícito se da a entender que la compañía contemplaría con este plan no seguir fabricando hornos y lavadoras.

En conjunto, dichas decisiones, de producirse, supondrían recortar la plantilla de Edesa Industrial en un 62%; esto es, la subsidiaria pasaría de la plantilla actual, formada por 350 trabajadores a unos 130 ó 160.

Según CNA, las pérdidas generadas el pasado 2016 por Edesa Industrial habrían sido de 38 M€ mientras que la deuda bancaria habría ascendido a 51 M€ elementos ambos que hacen inviable, según la compañía, continuar en las actuales circunstancias, "por lo que ha elaborado un plan de viabilidad que puede garantizar la sostenibilidad de la empresa con importantes esfuerzos por todas las partes".