Los gobiernos de Castilla-La Mancha y Castilla y León coincidieron la semana pasada en anunciar nuevas medidas en sus servicios de teleasistencia para personas mayores. Por un lado, la consejería de Bienestar Social castellanomanchega desarrollará el Plan de Telecuidado Avanzado, que “favorece la comunicación entre los profesionales, los usuarios y sus familiares, a través del uso de la videoconferencia, mensajería o la telemonitorización y otros servicios complementarios encaminados a mejorar la calidad de vida de las personas usuarias”, en palabras de la consejera, Aurelia Sánchez, que añade que van a presentar la iniciativa al gobierno central para "aprovechar al máximo las potencialidades del Plan de recuperación y resiliencia ante la Comisión Europea".
Asimismo, el Gobierno de Castilla-La Mancha puso en marcha el 30 de septiembre la consulta pública de un nuevo decreto que otorga la teleasistencia de forma automática a los mayores de 70 años, y que, además, “incorpora importantes novedades, como la geolocalización, prestando el servicio de manera pública, gratuita, universal, accesible y personalizada, garantizando su calidad con una Carta de Servicios actualizada, así como la instalación de 3.000 terminales nuevos, la digitalización de 2.200 y la sustitución de 6.500 terminales anuales”. Este servicio, que carece de lista de espera, atiende actualmente a 55.00 usuarios, 7.640 de ellos en municipios de menos de 1.000 habitantes.
Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco presentó el pasado 29 de septiembre su nueva plataforma de teleasistencia avanzada, que integrará la asistencia social y sanitaria y se espera que se ponga en marcha en 2021. Como novedad, sumará un servicio para el control de la atención y otro para el "seguimiento proactivo y apoyo al cuidador responsable cuando es objeto de la prestación económica de cuidados en el entorno familiar".
La plataforma alertará ante posibles problemas o emergencias a través de dispositivos instalados en los hogares de los usuarios como sensores de presencia y detectores de humo o caídas. Además, ofrecerá servicios sanitarios como gestión de citas médicas, control de constantes de los pacientes o telemedicina. En el programa piloto han colaborado las diputaciones de Burgos, Segovia y Zamora.
Además, Fernández Mañueco también subrayó que la teleasistencia será gratuita para los usuarios dependientes.
En 2019, Castilla y León ofreció servicios de teleasistencia a 37.889 personas, un 36,5% de ellas con algún grado de dependencia (13.825 usuarios). La junta subraya que, con motivo de la pandemia, los ayuntamientos han hecho un seguimiento a los usuarios del servicio público con una media de 13.500 llamadas desde marzo, a los que se suman otros 19.697 contactos realizados por Cruz Roja, que también cuenta con financiación pública "con el objetivo de que la atención llegue a más personas".
