Séptimo año en negativo para la industria de bebidas espirituosas, que prevé cerrar 2013 con un descenso de ventas en volumen del 6-8% respecto al año anterior, es decir, con lo que el mercado quedaría situado ligeramente por encima de los 200 Ml. La radiografía del sector muestra desde 2007 una caída acumulada del 40,2% en términos de volumen (lo que se sitúa en niveles de los años 90), lo que equivale a una pérdida de negocio en torno a los 3.000 M€. La bajada en 2013 en el canal de horeca, que concentra el 80% del consumo, será del 8,2% -especialmente agudizada en el ocio nocturno, donde alcanza el 12,6%, ya que a la subida de los IIEE se suma el incremento del IVA del 10% al 21%-; mientras que en el canal de alimentación quedaría en el 2,6% . Un descenso que se ha moderado en parte por el buen comportamiento de las exportaciones y por el incremento en las ventas de ginebra y tequila, del 5,9% y del 1,6%, respectivamente.
El sector denuncia una vez más el trato discriminatorio frente a bebidas alcohólicas como la ceveza y el vino, con las que compite, y que tienen tipos impositivos súper reducido y cero, respectivamente. En este sentido Bosco Torremocha, director ejecutivo de FEBE, asegura que "la caída del consumo va en paralelo a la caída de la recaudación impositiva", pese a las últimas subidas de los IIEE sobre el alcohol -en el año 2005 y en junio de 2013, en ambos casos del 10%-. Así, el Estado recaudó del sector de bebidas espirituosas 745 M€ en 2012, frente a los 772 M€ de 2011 y los 810 M€ de 2010, volviendo a niveles del año 2000 . Torremocha ha destacado además que de las siete principales economías de la UE, tan solo Alemania discrimina a las bebidas espirituosas frente a la cerveza. Por eso, desde FEBE tienen las esperanzas puestas en la próxima reforma fiscal anunciada por el Gobierno, en la que p roponen que "el grado de alcohol tenga el mismo valor para todos los productos".