La Asociación Española de Fabricantes de Helados (AEFH) es optimista de cara a la campaña que ahora comienza, tras un 2013 en el que el consumo registró un descenso del 4,5% y se situó en unos 290 Ml. En concreto, esta patronal, que representa los intereses de alrededor del 55% del mercado español de helados (Grupo Farga, General Mills, Helados Estiu, Helados Nestlé, Unilever e Industrias Jijonencas), prevé que el consumo se incremente un 1% este ejercicio, lo que equivaldría a un volumen de casi 293 Ml. Para este repunte será determinante la diversidad de la oferta -tanto en lo que a formato como precios se refiere-, el incremento moderado del consumo fuera del hogar y la perspectiva de una temporada menos lluviosa y con temperaturas más cálidas que el pasado año.
Por contra, la bajada del pasado año se fundamentó principalmente, según apunta la AEFH, en los efectos de un clima severo entre los meses de mayo, junio y julio, que fueron determinantes en el resultado de la campaña de verano. Además, se suma la contracción generalizada del consumo, que ha afectado también a la industria alimentaria, y una disminución del gasto fuera del hogar, canal fundamental para la categoría en la compra por impulso. Así, el consumo per cápita en España se situó en 6,5 l, en un rango medio respecto el entorno europeo. Pese a que el consumo de helado está asociado al clima, el mayor consumo per cápita en Europa se da en los países nórdicos, con una media de 12 l.
Comercialmente, como tendencias, en el canal hogar se mantienen los multipacks y se amplía la gama de productos con multipacks minis. Se consolidan también las tarrinas de 450-500 ml con innovadoras recetas. Ambas opciones responden al formato ahorro que busca el consumidor. Por su parte, en impulso lo más destacado son las novedades en sabores y texturas, tanto para los más pequeños como para los adultos; mientras el canal horeca apuesta por postres helados gourmet que aúnan calidad y originalidad en su presentación.
Por formulaciones, el sector mantiene su compromiso con la salud, ajustando el perfil nutricional de sus productos, con el objetivo de reducir la cantidad de energía que contienen los helados por ración, convirtiéndolo en un postre más saludable y recomendable.