En estas últimas semanas, tanto Freixenet como Codorníu han interpuesto sendos r ecursos contencioso administrativos ante el Tribunal Supremo, contra el Real Decreto 1079/2014 del 19 de diciembre, para la aplicación de las medidas del Plan de Apoyo al sector vitivinícola durante el periodo 2014-2018.
El primer programa de apoyo al sector, que se aplicó entre 2009 y 2013, incluía medidas como la promoción de vinos en mercados de terceros países, la destilación de alcohol para uso de boca, la reestructuración y reconversión de viñedos, la destilación de crisis y la destilación de subproductos.
El nuevo real decreto (que resulta de la actualización de las medidas previstas en los reglamentos del Parlamento Europeo y del Consejo, aprobadas en 2013, y que completa un real decreto previo, de julio de 2013), se eliminan algunas medidas, como la destilación de alcohol para uso de boca, y se incluyen modificaciones en las condiciones de aplicación de las medidas de promoción y de reestructuración y reconversión de viñedos.
Así, incluye la posibilidad de financiar, dentro de la medida de reestructuración y reconversión de viñedos, la replantación de viñedos en caso de arranque obligatorio producido por motivos sanitarios o fitosanitarios; se establecen las disposiciones para dar apoyo a la innovación con ayudas a las inversiones tangibles o intangibles para la transferencia de conocimientos y para la realización de operaciones preparatorias o de estudios piloto, destinados al desarrollo de nuevos productos; y se establecen los requisitos para la financiación de la cosecha en verde, que será activada por el Gobierno, a petición de algunas comunidades, en caso de que se produzca un desequilibrio de mercado.