Los gobiernos de España, Francia y Portugal han acordado esta semana la reconstitución del Comité Mixto del Plátano . La alianza intergubernamental tiene como principal objetivo defender sus Regiones Ultraperiféricas (RUP) -como zonas productoras de plátano- de terceros países con condiciones sociales, laborales y medioambientales muy alejadas de las exigencias de la Unión Europea (UE).
La recolección del plátano es una actividad de peso en términos de valor agregado, creación de empleo y exportación para las RUP de España, Francia y Portugal. Sin embargo, las despenalizaciones arancelarias sobre varios productos sustitutivos que proceden de países extracomunitarios, según los productores, ponen en peligro la viabilidad del plátano.
Ante estas circunstancias, los tres ministros de Agricultura se han comprometido a realizar un seguimiento adecuado del comportamiento de los mercados nacionales y europeo , y a tomar decisiones conjuntas ante las instituciones de la UE. El grupo de trabajo también contará con la participación directa de los organismos de productores - Asprocan , en el caso de España- y los gobiernos regionales de los territorios en los que se cultiva.
“La reconstrucción del Comité es fundamental para el futuro del sector. El plátano crea más de 35.000 empleos a tiempo completo en las RUP . Si se le abandona, supondrá un grave problema para el empleo de las zonas rurales y un fuerte desequilibrio en los precios del transporte marítimo, ya que la exportación platanera repercute en el abaratamiento de los costes”, ha asegurado Laurent Meillac , presidente de la Asociación de Productores Europeos de Plátano y Banana (APEB).
Asprocan, a través de su presidente, Domingo Martín , ha destacado la importancia que tiene el plátano para el sector agrícola de los tres países y ha anunciado que “desde hoy mismo” se pondrán a trabajar en la primera reunión técnica que se celebrará en París durante el primer trimestre de 2018. “La situación requiere de pasos inmediatos”, ha subrayado.
España, Francia y Portugal son los únicos países de la UE con regiones ultraperiféricas y perciben unos 650 millones de euros anuales por ello. En este sentido, los respectivos ministros de Agricultura también han manifestado sus intenciones de que estas ayudas se acuerden al margen de las negociaciones de la nueva Política Agracia Común (PAC) en 2020 .