Los resultados de la balanza comercial en España ha plasmado la reducción de la brecha entre importaciones y exportaciones de frutas y hortalizas durante los primeros seis meses de 2018. La compra de productos hortofrutícolas al extranjero ha crecido desde principios de año, mientras que la venta otros países ha experimentado un ligero retroceso en comparación con el mismo periodo de 2017. Asociaciones de profesionales del sector creen necesario mejorar la competitividad antes de que las fronteras arancelarias de la Unión Europea se abran a extracomunitarios.
Así, la exportación de frutas y hortalizas frescas alcanzó los 7.503 M€ hasta el pasado mes de junio, lo que significó un retroceso internaual del 0,36%. Asimismo, el volumen comercializado también registró un 1,10% negativo (6.806.231 t). No obstante, el comportamiento de ambas familias no siguió el mismo camino. Las hortalizas totalizaron 3.208 M€ (-4,19%), entretanto la venta de frutas en el exterior dejó 4.295 M€ (+2,71%). En volumen, los valores se invirtieron: la exportación hortícola creció un 4,85% (3.227.194 t) y cayó la frutícola un 5,91%, hasta las 3.579.037 t.
En el mismo periodo, la importación de productos extranjeros aumentó (+8,47%) en valor hasta los 1.469 M€ y un 10,05% en volumen, con un total de 1.732.469 t.
La Federación Española de Asociaciones Fepex ha mostrado su preocupación ante el diferente proceder tanto de las ventas como de las compras en el exterior. En este sentido, ha definido como prioritaria la mejora de la competitividad frente a los desafíos que plantea la globalización del mercado dentro de la Unión Europea, sobre todo mientras se mantengan las barreras de acceso a los grandes mercados de los países terceros.